Diez tips para prevenir las caries y la gingivitis en bebés y niños

SALUD Carola LEVI
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Las caries y las enfermedades gingivoperiodontales son las enfermedades prevalentes de la cavidad bucal y, en su mayoría, son lesiones prevenibles. Las enfermedades bucodentales afectan a cerca de 3500 millones de personas en todo el mundo y 3 de cada 4 de estas personas viven en países de ingresos medios. Así lo determinó un informe sobre la salud bucodental realizado en 2022 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el que, además, se indicó que se calcula que 2000 millones de personas padecen caries en dientes permanentes, mientras que 514 millones de niños sufren de caries en los dientes primarios.

La caries requiere la presencia de microorganismos específicos, piezas dentarias susceptibles a esta patología, una dieta rica en hidratos de carbono (principalmente sacarosa) y necesita que transcurra un tiempo para que pueda establecerse, explicó la doctora Carla Iliana Masoli (M.N 21.247), presidenta de la Asociación Odontológica Argentina, quien añadió que, “en sus primeros estadios, puede reconocerse como una lesión blanca, opaca, que puede ser lisa o rugosa dependiendo de la cantidad de minerales del esmalte (tejido superficial del diente) que se haya perdido. A esta primera lesión, se la reconoce como ‘Mancha Blanca’”.

Masoli, profesora adjunta de la cátedra de Odontología Preventiva y Comunitaria de la Facultad de Odontología de la Universidad de Buenos Aires, indicó luego que la gingivitis es la inflamación de las encías y requiere también la presencia de microorganismos específicos produciendo cambios detectables clínicamente por el odontólogo o por el paciente, “presenta un color rojizo, la encía se ve aumentada de volumen y se evidencia una hemorragia que puede ser provocada por un estímulo, como es el cepillado dental o también puede haber un sangrado espontáneo”.

Diez Tips para prevenir las caries dentales y la gingivitis
Realizar la higiene bucal para eliminar el biofilm dental (placa bacteriana) y los restos de comida con cepillo dental y elementos interdentarios apropiados a cada paciente.
Comenzar la higiene bucal cuando erupciona la primera pieza dentaria primaria.
No consumir hidratos de carbono, principalmente azúcar, más de cuatro veces al día.
Que el consumo de hidratos de carbono sea coincidente con las 4 comidas principales del día (desayuno, almuerzo, merienda y cena). Si se consumen hidratos de carbono, es preferible que no sean adhesivos (pegajosos) porque tienen más retención en los surcos de las piezas dentarias, lo que dificulta su eliminación.
Incorporar pastas dentales fluoradas con 1000 a 1450 ppm (partes por millón) según edad del paciente, teniendo en cuenta el lugar de residencia, y si consume o no, agua fluorada del tipo mineral o mineralizada.
Realizar visitas periódicas al odontólogo cada 3 o 6 meses de acuerdo con el nivel de riesgo cariogénico para que pueda realizar el chequeo adecuado y la topicación con fluoruros.
Evitar el consumo frecuente de golosinas o seleccionar entre aquellas que son libres de azúcar.
Higienizar los chupetes o tetinas de mamaderas bajo agua y no en la boca de los adultos.
Usar cubiertos distintos para pequeños y adultos (no probar la comida del bebé con la misma cuchara con la que este va a comer).
En el caso de las embarazadas, pedirle al profesional que informe acerca de cómo prevenir enfermedades como las caries y la gingivitis en el bebé.
Factores biológicos o sociales
Así como para que las caries y la gingivitis se desarrollen es necesaria la presencia de determinados elementos, hay un montón de factores biológicos o sociales que hacen que haya individuos que tengan mayor predisposición (riesgo) para desarrollarlas que otros. Estos son los denominados “factores de riesgo”, aclaró Masoli y enumeró:

La mala posición dentaria.
El consumo de hidratos de carbono fuera de las comidas principales.
La mala higiene dental o el no uso de fluoruros.
Entre los factores de riesgo biológicos para gingivitis:

Una deficiente higiene bucal.
El uso de aparatología ortodóncica fija.
Restauraciones interdentarias desadaptadas.
Entre los factores de riesgo sociales,

Los bajos niveles socioeconómicos hacen que las personas no puedan adquirir productos de higiene adecuados o pastas dentales fluoradas.
El bajo nivel de educación impide interpretar lo que los profesionales explican.
El no tener una vivienda adecuada también es un factor de riesgo ya que puede ser que la familia conviva en situación de hacinamiento, o no tenga la posibilidad de tener agua potable o un baño privado para compartir en familia.

Como revertir las lesiones y prevenirlas
Tanto la gingivitis como la mancha blanca son estadios en que estas lesiones se pueden revertir. En el caso de la primeras, mediante una adecuada técnica de higiene con cepillo dental y algún tipo de elementos como puede ser el hilo dental o los cepillos interdentarios. En el caso de la segunda, mediante el uso de fluoruros aplicados por el profesional o de autoaplicación para el hogar pero que siempre tengan la dosis y la prescripción profesional, indicó. La especialista dijo: “Tal como dice la OMS, estas enfermedades son prevenibles y debemos, como profesionales, educar a las familias para que puedan tener salud bucal”. Asimismo, señaló que uno de los momentos más favorables para educar es cuando la madre está embarazada o los padres pronto a serlo, durante ese período la priorización es el futuro bebé.

Masoli destacó la importancia de hablar con los futuros padres acerca de algunas viejas costumbres que se transmitieron de generación en generación, como es el limpiar los chupetes cuando se caen o probar la temperatura de la comida del bebé en la propia boca del adulto porque estas costumbres son perjudiciales para los pequeños debido a que así estamos transmitiendo microorganismos. “Lo correcto es limpiar el chupete bajo el agua y en el caso de la comida probar la temperatura o el sabor con un cubierto diferente”, aseveró.

También podremos educar sobre la futura higiene bucal ya que en los bebés empiezan a erupcionar (crecer) los dientes en su boca en promedio entre los 6 y 12 meses. Debemos enseñar cuál es la técnica más adecuada, ya que debemos cambiarla a medida que el niño/a crece y adquiere más motricidad. También debemos indicar cuáles son los elementos más apropiados y cuáles son los momentos adecuados para realizar la higiene bucal.

En tanto, dijo que es importante saber que los dientes tanto primarios como permanentes no cambian todos juntos. Los dientes y muelas primarias erupcionan en promedio entre los 6 meses y los 3 años, luego a partir aproximadamente de los 6 años empieza el recambio de los dientes anteriores, llamados incisivos y luego los sectores laterales y posteriores donde los caninos primarios serán reemplazados por los caninos permanentes y los molares primarios por los premolares. En lo que respecta a las muelas permanentes, estas se sumarán a la boca a los 6, 12 y 18 años en promedio y son los denominados primero, segundo y tercer molar respectivamente.

Otra forma de prevención de la caries dental
Una es el uso de fluoruros, son compuestos que actúan con diferentes mecanismos de acción y es importante que la indicación del tipo y la cantidad que se requiere usar en el hogar esté indicada y supervisada por un profesional. Existen muchos suplementos fluorados, pero los de uso más aceptado popularmente son las pastas dentales, aclaró la doctora. Otro factor muy importante en relación con la prevención y cuidado de la salud bucal es el acceso que las familias tienen a la atención odontológica.

Masoli dijo que en la Argentina contamos con un sistema de salud integrado por tres sectores, uno de ellos, el público, (hospitales nacionales, provinciales y municipales así como también por centros de salud). Luego está, el de la seguridad social, integrado, por un lado por las obras sociales que están relacionadas con aquellos individuos que tienen un trabajo por el que perciben un salario y, por otro lado, está el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados/Programa de Asistencia Médica Integral (INSSJyP - PAMI) que brinda cobertura a los jubilados y pensionados. Por último, está el sector privado integrado por profesionales que trabajan en forma independiente, las mutuales y empresas a las cuales las familias acceden por elección particular.

Pero, comentó que muchas veces ocurre que, más allá de tener la cobertura, las personas no pueden acceder por distintas barreras como pueden ser los horarios de atención, la gran demanda que hace que los turnos tengan mucho tiempo desde la fecha en que son solicitados o los bajos ingresos personales que hacen que se vea dificultada la atención odontológica. “Es importante desde la profesión capacitarnos para hacer promoción y prevención en la población para evitar el desarrollo de estas enfermedades de la cavidad bucal”, destacó Masoli.

Fuente: TN

 
 

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