Las uvas, un alimento milenario y fundamental en preparaciones populares como el vino, destacan no solo por su importancia cultural, sino también por ser un alimento clave para una llevar una vida saludable. Pueden consumirse enteras, en forma de jugo, como pasas o a través de sus semillas, ofreciendo múltiples beneficios. Entre ellos, contribuyen a la salud del corazón, el cerebro y la piel, además de ayudar a reducir el colesterol y favorecer el buen funcionamiento del hígado, lo que las convierte en una fruta esencial.
El cultivo de las uvas se remonta al 3.000 a. C., con origen en la región del Cáucaso y Asia Occidental. Su expansión fue impulsada principalmente por el Imperio romano, que promovió su plantación por gran parte de Europa. Tanto los romanos como los griegos valoraban profundamente las uvas, al punto de rendirles homenaje a través de los ‘dioses del vino’, Baco y Dionisos, quienes simbolizaban la celebración y la fertilidad.
Con el tiempo se llegaron a desarrollar más de tres mil variedades, aunque se clasifican principalmente en dos: uvas de mesa y viníferas. Las primeras se consumen frescas y se cultivan de forma que resulten más atractivas en apariencia; por eso suelen ser más grandes, sin semillas, con pulpa más gruesa y piel más fina. Las viníferas se caracterizan por tener mayor acidez, ser más carnosas y contener menos azúcar.
Liliana Papalia, médica especialista en Nutrición y Obesidad, añade que, a pesar de existir distintas variedades, todas comparten un perfil nutricional básico, como es el caso de su contenido de antioxidantes.
Apreciadas por cocineros y pasteleros alrededor del mundo, las uvas combinan a la perfección con platos salados como el tajine o el foie gras o platos dulces como el ron baba. Diariamente se las puede disfrutar de otras formas: frescas, en jugo, congeladas, como pasas, vinos o vinagretas. En esta última etapa del año se vuelven protagonistas en las mesas gracias a la tradición de Año Nuevo que invita a comer 12 uvas al ritmo de las campanadas para atraer buena suerte.
Propiedades de las uvas 🍇
Georgina Kuttel (M.N. 4974), nutricionista holística, especializada en alimentación funcional, microbiota y desequilibrios digestivos, explica que los compuestos responsables del color de las uvas son lo que les aportan su gran valor nutricional y su diferente color; “estos pigmentos llamados antocianinas y taninos se encuentran en los hollejos de las mismas”, añade.
La Asociación Estadounidense del Corazón informa que las uvas son ricas en vitaminas como la A, C, D, E, K, B-1, B-2 y B-6, además de contener minerales esenciales como el cobre y el manganeso. También destacan que una taza de sus pasas aporta más potasio al organismo que una banana o plátano mediano, lo que refuerza aún más sus beneficios para la salud.
1- Antienvejecimiento
Las uvas no solo benefician por dentro, sino que también podrían ser buenas por fuera. Un estudio de 2022 publicado en la revista Antioxidants halló que comer uvas puede ayudar a proteger la piel contra el daño de los rayos ultravioleta. Respecto de cuál de sus variedades es la que más antioxidantes presenta, la Lic. Kuttel anticipa que es la uva negra. “Es rica en resveratrol –sustancia que las plantas producen para defenderse de la contaminación fúngica, la radiación ultravioleta y las infecciones– que potencia la salud celular y previene el envejecimiento prematuro”, confirma.
En adición, el libro Bella en mi plato del doctor y experto en cuidado personal, Olivier Courtin-Clarins, recalca que su contenido en polifenoles, concretamente en Oligo-proantocianidinasm, “posee una acción antioxidante de entre 20 y 50 veces más intensa que las vitaminas C y E”.
2- Hidratante y energizante
“Contienen aproximadamente un 80% de agua y un 18% de azúcares simples (fructosa) que se absorben rápidamente, proporcionando energía e hidratación inmediata”, añade la Dra. Papalia a la vez que, sugiere, es ideal para que niños, jóvenes y deportistas recuperen energía.
3- Eficiencia cardiovascular
Su contenido en potasio contribuye a la reducción de la presión arterial, por lo que pueden ser una opción para las personas con desequilibrios de la presión arterial. Kuttel revela que tanto su piel como su pulpa y semillas, alimentan el sistema circulatorio favoreciendo la salud cardiovascular y los estados anémicos. Según desarrolla, aquello se debe a las proantocianidinas que cumplen un importante papel en la prevención de patologías cardiovasculares.
4- Protector ocular
Los mismos compuestos que le permiten proteger de patologías cardiológicas aportan en el área oftalmológica. De acuerdo con la Lic. Kuttel se ha demostrado en investigaciones científicas que consumir al menos 200-300 mg diarios de proantocianidinas mejora la agudeza y fatiga visual, así como también la visión nocturna.
Por último, la Dra. Papalia advierte que dado su alto contenido en azúcares, el consumo de uvas no es recomendable en personas con diabetes descontrolada o pacientes que deban restringir los carbohidratos simples. “Es importante consumirlas con moderación bajo supervisión médica en casos de alergia”, concluye.
Fuente: La Nacion