Antioxidantes y vitaminas: los beneficios sorprendentes del consumo de uvas

NUTRICIÓN Juana BLANCO
uvas

La uva es mucho más que un simple fruto, es un alimento milenario cargado de nutrientes y propiedades saludables que es digna de ser mencionada y es recomendada por especialistas reconocidos, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Estadounidense del Corazón — o American Heart Association en inglés —, para incluir en una dieta equilibrada.

Las uvas son una fuente excepcional de energía y nutrientes. Ricas en vitaminas A, C, E, B1, B2, B3, y B6, también contienen minerales esenciales como calcio, fósforo, sodio, potasio, hierro, cobre, magnesio y zinc. Además, aportan fibra y ácidos importantes como el ácido fólico y compuestos fenólicos con propiedades antioxidantes como flavonoides, taninos y antocianinas, que varían según la variedad de la uva.

Beneficios para la salud
La riqueza de antioxidantes en las uvas ayuda a combatir los efectos del estrés oxidativo, protegiendo nuestras células de los radicales libres y previniendo el envejecimiento celular, enfermedades cardiovasculares, pulmonares, neurodegenerativas y el cáncer. Las vitaminas del grupo B que contienen, combinadas con sus carbohidratos, hacen que las uvas sean excelentes para reponer energía y mejorar el estado de ánimo.

Diversidad de variedades y composición

Existen numerosas variedades de uva, cada una con distintas características nutricionales y organolépticas. Las uvas negras son especialmente ricas en antocianinas y resveratrol, mientras que las uvas blancas contienen quercetina. Las uvas negras destacan por su contenido en antioxidantes y propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas y anticancerígenas, mientras que las uvas blancas aportan una sensación astringente.

Consumo y usos culinarios
Las uvas son versátiles y pueden consumirse frescas, en macedonias, brochetas, o mezcladas con otros alimentos. También son populares en la elaboración de zumos, batidos y, por supuesto, vino. Las uvas pasas, como las pasas de Corinto y sultanas, son ideales para la repostería. Culinariamente, las uvas ofrecen un contraste agridulce en platos salados y son un buen acompañamiento para carnes, quesos, pescados y verduras.

Métodos de conservación
Para asegurar la frescura de las uvas, es importante observar algunas prácticas de conservación. Los racimos deben agitarse ligeramente: si se desprenden algunos granos, están excesivamente maduros. Se recomienda colgar los racimos del revés o utilizar bolsas especiales de celofán. En el frigorífico, se conservan bien hasta por 15 días, aunque es aconsejable retirarles de la nevera una hora antes de consumirlas para recuperar su aroma y sabor.

Recomendaciones y precauciones
Aunque las uvas sean saludables, deben consumirse con moderación debido a su alto contenido en azúcares, especialmente por personas diabéticas para evitar picos de glucosa en sangre. También es prudente estar atentos a posibles reacciones alérgicas. Antes de utilizar las uvas como auxiliar en tratamientos de salud, es fundamental consultar a un profesional médico.

Mitos y realidades sobre el consumo de uvas
Contrario a la creencia popular, las uvas no engordan por sí solas sino en el contexto de dietas hipercalóricas. La carga glucémica de las uvas es modesta, y su contenido en fibra y agua contribuye a su efecto depurativo. Una dieta equilibrada que incluya uvas puede ser beneficiosa para la salud.

Fuente: Infobae

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