El impensado alimento que previene el deterioro cognitivo, evita la pérdida de masa muscular, protege el corazón y ayuda a bajar de peso

NUTRICIÓN Melanie Shulman
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Dentro de los alimentos poco convencionales, las almejas están en el podio de la lista. Pero más allá de este detalle, poco se habla acerca de sus virtudes y la abundancia de propiedades que tienen. Pertenecen a la familia de los moluscos bivalvos y suelen estar enterradas en la arena -a unos 15 o 30 centímetros de profundidad- a expensas del mar, cubiertas por dos conchas.

 En el mundo hay muchas variedades pero en la Argentina se encuentra la tradicional que se distribuye por la costa del océano Atlántico, desde la provincia de Río Negro hasta Río de Janeiro, Brasil.

Las almejas, dice Natalia Antar, licenciada en Nutrición del Hospital Británico de Buenos Aires (M.N.: 8271), tienen propiedades altamente nutritivas gracias a la presencia, de minerales como el hierro, “sustancia necesaria para evitar anemias y generar glóbulos rojos; potasio, que permite el buen funcionamiento del sistema nervioso y, yodo”. Además, comenta la especialista, las almejas son un alimento fuente de proteínas de alto valor biológico y vitaminas. Para quienes priorizan su cuidado personal, este alimento se lleva todas las miradas debido a que “casi no aportan hidratos de carbono ni grasas”, menciona la especialista.

A la hora de analizar qué consumo se recomienda, los especialistas dicen que 100 gramos de almejas posee alrededor de 98 microgramos de vitamina B12. Datos de la National Institutes of Health (NIH, las siglas en inglés) precisan que la cantidad de esta vitamina que se necesita por día depende de la edad de las personas: hasta los seis meses, un bebé necesitará 0,4 microgramos diarios; un adolescente de entre 14 y 18 años, 2,4 microgramos; este mismo valor aplica para un adulto independientemente del sexo. Aunque en las mujeres embarazadas tanto adultas como adolescentes, la cifra aumenta a 2,6 microgramos y cuando están en período de lactancia, sube a 2,8 microgramos.

 Hay que tener en cuenta que la falta de esta vitamina, aclaran desde la entidad, podría generar cansancio y debilidad corporal, anemia, pérdida de hambre, sequedad en la piel y problemas de memoria. Lo curioso de este nutriente es que se encuentra únicamente en alimentos de origen animal, de lo contrario, mencionan las especialistas consultadas, se lo debe consumir a través de suplementos.

Las propiedades de las almejas
1) Son multinutrientes
Por lo general, los alimentos que provienen del mar son muy completos a nivel nutricional y desde hace años se posicionan bajo la lupa de los expertos de la salud como una alternativa para incorporar muchos de los nutrientes que se necesitan en el día a día. En el caso de las almejas, los beneficios, dice Silvina Tasat, licenciada en Nutrición (M.N.: 1495), van desde potenciar el correcto desempeño de las funciones neurocognitivas, fortalecer el sistema inmune, reparar y regenerar los tejidos de los músculos y proteger el corazón.

2) Estimulan la salud del cerebro
Para Antar, el aporte de vitamina B12 es una de las características más significativas de las almejas. Un nutriente que afirma, es esencial porque forma parte de varios procesos vitales del organismo. Desde la National Institutes of Health (NIH por sus siglas en inglés), también resaltan este punto e indican que esta vitamina “ayuda a mantener la salud de las neuronas, contribuye a la formación de ácido desoxirribonucleico (ADN), el material genético presente en todas las células y, colabora en la prevención de la anemia megaloblástica, un trastorno de la sangre que causa cansancio y debilidad”.

 
3) Reparan los músculos
Las almejas son una importante fuente de proteínas: cada 100 gramos de almejas se encuentran alrededor de 26 gramos de este nutriente. Para el médico nefrólogo y autor del libro “Más zapatillas, menos pastillas”, Gabriel Lapman, las proteínas son fundamentales porque forman parte de los tejidos y las estructuras de los músculos.

 Para calcular cuánta proteína incorporar, hay una fórmula muy sencilla: la cantidad que cada uno necesita es diferente y se calcula de la siguiente manera: “Un gramo de proteína equivale a un kilo, por lo tanto, si una persona pesa 70 kilos, se calcula que su ingesta de proteínas será de 70 gramos”, explica Lapman.

4) Son cardioprotector
Al ser fuente de ácidos grasos omega 3, un tipo de grasa poliinsaturada y esencial que el cuerpo no produce por su cuenta y por ello la debe conseguir a partir del consumo de distintos alimentos o suplementos, las almejas colaboran en la fabricación de la hormona encargada de regular la coagulación de sangre y de generar la contracción y relajación de las paredes arteriales. Así, previene el desarrollo de distintas enfermedades crónicas “y en especial, las cardíacas”, comenta Tasat.

De hecho, una investigación realizada por el Grupo Italiano para el Estudio de la Supervivencia en el Infarto de Miocardio y publicada en un informe de la Universidad de Harvard, en la que se administró una cápsula de un gramo de Omega-3 por día-durante tres años- a personas que ya habían sufrido un infarto fueron menos propensas a volver a tener un infarto, a diferencia de aquellos a los que se les suministró un placebo.

5) Optimizan las funciones vitales
El aporte de hierro, por ejemplo, es muy alto. Por cada 100 gramos de almejas se encuentran aproximadamente 24 miligramos de este nutriente esencial. Un mineral clave debido a que forma parte del proceso que transporta y almacena el oxígeno en el cuerpo y participa en la constitución de la hemoglobina, que son los glóbulos rojos. Y lo curioso es que esta cifra supera la del requerimiento diario de hierro necesario que según la NIH es de ocho miligramos para hombres de entre 19 y 50 años y de 18 miligramos para mujeres del mismo rango etario.

Además, abunda el magnesio, el potasio, el fósforo, el zinc y el selenio, minerales que según Antar, convierten a las almejas en un alimento totalmente nutritivo y sano. “Todos estos nutrientes son necesarios porque optimizan las distintas funciones del organismo por ejemplo, la del sistema inmune. También impactan en el sistema cardiovascular, incluso en los músculos”, dice la nutricionista.

6) Previenen el sobrepeso
Este molusco es un alimento de baja densidad calórica: 100 gramos contiene un promedio de 48 calorías. Sumado a ello, comenta Antar, contiene un aporte muy bajo de carbohidratos: 5,1 gramos cada 100 gramos de alimento y de grasas: 2 gramos cada 100 gramos de alimento, por lo que lo convierte en un aliado para las personas que están en un plan de descenso de peso. De todas maneras, las especialistas consultadas insisten en la importancia de mantener una alimentación variada y equilibrada sin adjudicarle a un alimento en particular características milagrosas.

Fuente: La Nacion

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