Las tres herramientas fundamentales para cuidar la piel en verano durante el embarazo

SALUD Julia VOSCO
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El embarazo es una etapa feliz de cualquier mujer que desee ser mamá. Se caracteriza por ser un momento para disfrutar donde también pueden aparecer temores e incertidumbres: si voy a poder, si voy a saber. Es algo que, en general, nos pasa a todas las mujeres Pero luego, con el parto y el bebé en brazos, todas esas dudas se disipan.

En materia de piel, es interesante saber que el embarazo es un estado inflamatorio del organismo, porque el cuerpo está sosteniendo un embrión que es ajeno a nosotros y, en este estado, hay que cuidarse especialmente.

La inflamación está dada por el aumento de hormonas, de estrógeno y de progesterona que nos deja aletargados, cansados, con sueño y que produce cambios en la mamá anímicamente y, por ende, también genera cambios en la piel. Por eso, cuando una mujer está embarazada y, sobre todo, en época estival, debe tener especial cuidado al exponerse al sol y también pensar que esa dermis está proclive, fundamentalmente, a mancharse aún con la luz azul que atraviesa las ventanas.

Cuando una embarazada se expone al sol tiene que saber que, a partir del aumento de sus hormonas, ese estado “inflamatorio” puede generar mayor predisposición a hacer manchas como pecas. La zona más afectada suele ser la cara: la zona del bozo, la frente y las mejillas que son áreas comunes a mancharse cuando la embarazada se distrae y entonces no repite la puesta del protector o no usa el adecuado o no se pone uno compacto en las áreas comunes que suelen ser el ala de la mariposa, la nariz y las mejillas.

Esto hace que tengamos consultas de mamás que se mancharon durante el embarazo o a quienes les apareció rosácea en este período, justamente por la coincidencia de todos los factores: las hormonas altas, el sol, el estado inflamatorio del embarazo y también cierta dosis de estrés que algunas mamás pueden estar pasando.

¿Cómo se corrigen estas cosas? Fundamentalmente siendo cuidadosas al exponerse en la playa, en la montaña o en la pileta. Recomendamos que no usen menos de factor +50 de protección y que en el rostro, si pueden, se pongan doble protección: la fluida y la compacta arriba. Es importante bloquear la cara en forma física, porque las manchas muchas veces son muy difíciles de erradicar.

Los cuidados, más allá de la piel
Además de lo químico, hoy no podemos desconocer que tenemos que sumar una buena alimentación y la actividad física. Durante el embarazo puede ser bicicleta o caminata o una actividad ligera, pero que, sobre todo, hay que poner especial atención en lo que comemos: los alimentos procesados, los aceites hidrogenados y la sacarina son una triada mortal para la inflamación, y esto hará empeorar las manchas o predisponernos a ellas.

Es muy importante que, si bien en cualquier momento de la vida hay que tener en cuenta estos patrones de alimentación, especialmente en el embarazo, estar hinchada no es recomendable: primero porque se está gestando otra vida en ese medio inflamado. Segundo, porque esa inflamación va a interactuar con la calidad de piel, las manchas del sol, las erupciones acneiformes que también pueden aparecer. Desde lo que ingerimos, esto se puede regular y la comida termina siendo muestra medicina.

Un dato a destacar es que el homeworking, sobre todo en los últimos años, nos expuso a estar mucho más tiempo frente a las pantallas que en otras épocas y, como esta modalidad vino para quedarse, cuando estamos muchas horas frente a la computadora sin protección ocular de lentes que bloqueen la luz azul, el ojo que tiene una actividad mitocondrial muy alta, o sea, una gran actividad energética termina consumiendo casi el 60% del omega 3 que tenemos en el cuerpo. Ya que nosotros no lo producimos, debemos ingerirlo de manera externa.

Además, la pantalla inhibe la actividad de la glándula pineal que es la encargada de secretar melatonina (interviene en todas las fases de la pigmentación). Como la melatonina se va perdiendo con los años, una suplementación de 10 gramos de ella por día nos va a permitir estar más tranquilos, regular el sueño por la noche y también evitar la pigmentación indeseada sobre todo en el embarazo.

Por eso el Omega 3, la dieta y el protector adecuado a la hora de exponernos al sol son las tres herramientas fundamentales para evitar al máximo la posible complicación en la piel que nos puede dejar el embarazo.

Fuente: TN

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