Las seis causas del herpes labial y porqué hay más casos en verano

SALUD Camila MARTINEZ
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El virus del herpes simple tipo 1 (HSV-1) es una infección incurable que muchas personas padecen. Gran parte de la población es portadora, aunque no lo sepa, y es posible contagiar este tipo de herpes que afecta tanto a la boca como a los genitales.

Esto resulta más molesto todavía en verano, cuando las personas quieren estar más despreocupadas o disfrutar del sol y las vacaciones, si las tienen. Sin embargo, esta época del año es una de las más propicias para que estas lesiones aparezcan.

Estas infecciones son crónicas, y en la mayoría de ocasiones sus síntomas son leves. Tienden a presentarse como un enrojecimiento y un picor o quemazón que suele implicar una leve hinchazón.

La dermatóloga Ana Molina explica las razones por las que aparecen los herpes labiales: “Muchos estamos contagiados del virus del herpes simple desde la infancia. Y es que, cuando padecíamos faringo-amigdalitis, o más conocidas como anginas, este virus se mantuvo en nuestro organismo de manera latente”.

Y agrega: “Por eso hablamos del famoso ‘fuego’ y vuelve a aparecer de vez en cuando en nuestros labios. Algunas causas que pueden favorecer la aparición del herpes labial son:

Un proceso infeccioso, como un resfriado.
El frío.
Los cambios hormonales, como la menstruación o el embarazo.
Los problemas leves en la piel del labio, como la sequedad o las grietas.
El estrés y el cansancio.
La exposición al sol.

Este último es uno de los factores que puede influir en que se sufra estas ampollas en verano, ya que con la exposición al sol, a los aires acondicionados o al agua del mar o de la piscina, se padecen muchos cambios de temperatura de manera habitual.

¿Cuándo consultar con el dermatólogo?
Si salen más de tres o cuatro veces al año hay que acudir al dermatólogo. Los expertos recomiendan que las personas sintomáticas no besen o compartan utensilios como vasos, cosméticos o servilletas. Lo ideal es lavar la ropa de cama, las toallas y los cubiertos con agua hirviendo para evitar que el virus sobreviva y pueda transmitirse a otra persona que los utilice después.

Si ya hay síntomas, hay determinadas precauciones que se pueden tomar para que no aparezcan de nuevo:

Mantener los labios hidratados para que la piel esté en buen estado.
Usar un labial con protección solar.
Descansar bien y alimentarse correctamente para mejorar el estado de salud general.
Evitar el estrés.

¿Qué hacer ante el herpes labial?
Aplicar frío o calor sobre las ampollas para calmar el dolor.
Lavar las ampollas con jabón antiséptico para prevenir que se sobreinfecten con otros gérmenes que puedan empeorar la lesión.
Evitar las bebidas muy calientes y los alimentos picantes, salados y ácidos, ya que pueden molestar en la herida.
Si el dolor es muy agudo, se puede tomar un analgésico oral, como ibuprofeno o paracetamol.
Usar una crema, bálsamo o apósito de venta en farmacia para cubrir, proteger y reducir las molestias de las calenturas.

    

Fuente: TN

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