Diabetes hoy, una historia de peligro y esperanza

NUTRICIÓN Rosario CALVO
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Los tipos de diabetes más frecuentes son tres: tipo 1, tipo 2 y gestacional, que aparece solo durante el embarazo. Es una afección que puede detectarse de manera temprana realizando exámenes de rutina anualmente o cada dos años. Si hay antecedentes familiares, se deben realizar estudios más frecuentes y específicos.

La diabetes es una enfermedad que se genera por falta de insulina o por falta de acción de la insulina. Esto se traduce en una alteración del metabolismo de la glucosa, de las proteínas y de las grasas corporales. Provoca una elevación de glucosa (azúcar) en la sangre que si no se corrige conlleva a la aparición de complicaciones cardiovasculares, renales y neurológicas.

Hace unos 200 años, la diabetes, resultante de la deficiencia de insulina, era principalmente una afección fatal dentro de semanas o meses después del diagnóstico. Desde que se descubrió la insulina en 1921, se han puesto a disposición muchas opciones terapéuticas.

Los avances en la tecnología para el control de la diabetes resultan hoy en una disminución de la intensidad y la frecuencia de los episodios de hipoglucemia y un mejor control glucémico para millones de pacientes.

Algunos mecanismos contra la diabetes
Las bombas de insulina proporcionan una dosis calibrada de esta hormona a través de una microaguja insertada debajo de la piel. Aunque al principio las bombas eran grandes, ahora son aproximadamente del tamaño de un celular, y los sensores de microagujas se usan en el cuerpo. Estuvieron ampliamente disponibles durante años y se están mejorando continuamente para administrar insulina más rápidamente y para hacer sonar las alarmas de picos o caídas inesperadas de azúcar en la sangre.

Los monitores continuos de glucosa utilizan sensores subcutáneos que registran los niveles de azúcar aproximadamente cada cinco minutos. Estos son datos en tiempo real, por lo que la persona con diabetes sabe si necesita insulina para reducir su azúcar en la sangre o debe comer algo para aumentar el azúcar. También significa que una persona con diabetes no tiene que hacer pruebas intrusivas de pinchazo en la punta del dedo repetidamente durante todo el día.

Las lapiceras inteligentes de insulina, una alternativa a las bombas, cuentan con cartuchos y agujas de insulina y vienen en formas desechables y reutilizables. Se conectan a teléfonos inteligentes y monitores de glucosa para mostrar la insulina, los niveles de azúcar en la sangre y recordatorios de cuándo tomar una dosis. Los datos se pueden compartir con la familia y los profesionales de la salud.

Trasplantes de riñón y páncreas: Los 1100 argentinos que reciben un nuevo riñón cada año experimentan décadas de alivio del daño renal inducido por la diabetes. Todavía tienen diabetes, pero ya no tienen complicaciones renales. Alrededor de 1,000 estadounidenses al año reciben el trasplante de páncreas más raro, que elimina la diabetes por completo. El nuevo órgano puede funcionar durante más de 10 años. Los trasplantes simultáneos de páncreas y riñón están en aumento, al igual que los de páncreas después del riñón.

El trasplante de islotes o células beta, un tratamiento experimental para la diabetes tipo 1, transfiere las células del páncreas de una persona a otra, y las nuevas células asumen el trabajo de producir y liberar insulina. Como el procedimiento aún se encuentra en la fase de ensayo clínico, solo unas 1,000 personas en todo el mundo han recibido los trasplantes de células. Los investigadores también están trabajando para aprender más sobre la capacidad de nuestro cuerpo para regenerar estas células beta productoras de insulina.

Fuente: TN


   

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