La astenia primaveral, el trastorno temporal de adaptación que provoca cansancio y apatía

SALUD Pilar PARDO
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Se considera la astenia primaveral como un trastorno temporal de adaptación. Los pacientes van a la consulta con síntomas como irritabilidad, fatiga, somnolencia diurna y dificultad de concentración.

“Médicamente no se considera que la astenia primaveral sea una patología. Sin embargo, es cierto que el organismo necesita un período de adaptación a los cambios ambientales provocados en esta época del año, como aumento de las temperaturas, cambios de presión atmosférica y de horarios, etcétera”, explica el doctor Abel Lima, especialista en Medicina General y de Familia, de Vithas Tenerife.

Al igual que le ocurre a las plantas y los árboles en primavera, el organismo de los seres humanos debe adaptarse a los grandes cambios de temperatura y de luminosidad que se dan.

Una investigación publicada en la prestigiosa revista médica The Lancet, explica que lo que pasa es que la reducción de horas de luz está relacionada con niveles bajos de serotonina en el cerebro. El cuerpo pide parar y descansar.

“Este cuadro de fatiga, con falta de energía y sensación de cansancio físico y mental continuado, que no remite con el descanso, suele darse en el cambio de estación hacia la primavera”, señala Laura Palomares, psicóloga española. Y aunque los síntomas van desapareciendo con el transcurso de las semanas, este estado de letargo se puede hacer cuesta arriba si no se sabe cómo gestionarlo.

Qué hacer ante la llegada de la primavera
Es importante anticiparse a la primavera, apostando por una buena higiene del sueño, marcando estrictos horarios para las comidas, consumiendo abundante agua y haciendo algo de ejercicio físico.

Otras recomendaciones:

Identificar las condiciones que generan malestar o estrés y activar estrategias para minimizarlas.
Evitar el consumo de tabaco, alcohol, somníferos u otras sustancias que puedan interferir con el metabolismo.
Prestar atención a la dieta. Procurar llevar una alimentación sana y equilibrada, alta en fibra y abundante en frutas y verduras.

Evitar automedicarse. Suplementos y vitaminas, si no están indicados por el médico, pueden ser más contraproducentes que útiles, llegando a desencadenar un exceso de ciertas sustancias en el organismo.
Síndrome de astenia crónica
Aunque la astenia primaveral es una afección pasajera que se estabiliza conforme nos vamos adaptando al cambio de estación, es importante seguir de cerca los síntomas, ya que si se prolongan en el tiempo, podríamos estar ante un síndrome de astenia crónica (SAC), que requerirá de un diagnóstico y tratamiento médico más específicos.

La astenia crónica se caracteriza por una sintomatología persistente de dolor de cabeza, molestias faríngeas, ganglios dolorosos en cuellos o axilas, dolores musculares, pérdida de fuerza, fiebre, dolores articulares o trastornos del sueño, con una duración superior a los seis meses, mientras que las astenias estacionales pueden durar entre 15 días y un mes.

Fuente: TN

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