Efectos en el rendimiento deportivo tras la ingesta de omega 3

NUTRICIÓN Maia CASARES
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El omega 3 es uno de los nutrientes más respaldados por la ciencia, ya que sus efectos positivos para la salud son considerables. En este sentido, también el omega 3 se ha estudiado en el rendimiento deportivo. Los deportistas deben llevar una dieta variada, suficiente y equilibrada. Pero ciertas demandas fisiológicas propias del ejercicio y de la actividad muscular, exigen la ingesta de nutrientes que ayudan a reparar el daño y mejorar en el rendimiento. En este sentido, el omega 3 cumple este rol.

Qué son los ácidos grasos omega 3
Los omegas 3 son ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga de origen animal o vegetal. Reciben dicho nombre, ya que el primer doble enlace aparece en el carbono 3, contando de derecha a izquierda. Uno de ellos, el ácido alfa linoléico, resulta esencial en la nutrición, ya que el organismo no lo produce.

Pero a partir de él, se forman otros dos de importancia fisiológica, el eicosapentaenoico que tienen 20 carbonos y 5 enlaces dobles y, el docosahexaenoico con 22 carbonos y 6 dobles enlaces. Por lo que se consideran esenciales y deben ser suplidos a través de la dieta o con suplementos.

Efectos en el rendimiento deportivo
Expertos señalan que los ácidos grasos omega 3 representan una ayuda nutricional que mejora la capacidad para llevar a cabo una actividad física y el rendimiento deportivo. He aquí los efectos positivos en el deporte.

Minimiza la inflamación y la molestia muscular. Cuando se entrena de manera intensa se producen microroturas de las fibras musculares. Esto causa inflamación del músculo afectado, sobre todo en los primeros tres días. El omega 3 tienen propiedades bioactivas que ayudan a estimular la fase final del proceso antiinflamatorio y mejorar el rendimiento deportivo. El aumento de los ácidos grasos en deportistas minimiza el dolor muscular de inicio retardado. Además, aumenta la resolución de otros daños existentes.

Reduce la frecuencia cardiaca. Algunos expertos señalan que la ingesta de omega 3 en deportistas supone un menor consumo de oxígeno durante el ejercicio, lo cual mejora su disponibilidad. Además, se reportan mejorías en la actividad cardiaca.

Acelera la combustión de grasa. Cuando la insulina se eleva en la sangre, es capaz de minimizar la degradación de los depósitos de grasa. También disminuye la liberación de la hormona de crecimiento y el transporte de oxígeno a los músculos.

Mejor a la masa muscular y la fuerza. Estudios señalan que la suplementación de 4 g de omega 3 en hombres y mujeres no entrenados podría generar una acción anabólico muscular. Sin embargo, en otros deportistas jóvenes que consumen una cantidad considerable de proteínas y suplementos, no se obtuvo el mismo resultado, pero mejoró la señalización anabólico con ejercicios de fuerza.

Favorece la recuperación de ejercicios excéntricos. Un estudio indicó que los ácidos grasos omega 3, resultan eficaces para la recuperación después de los entrenamientos excéntricos. Es decir, aquellos que generan un mayor daño muscular.

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