Lo que hay que saber para detectar la depresión y tratarla a tiempo

SALUD Gina Navarro
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La depresión puede presentarse de varias maneras. Puede ser leve o grave, y puede ser de corta duración o crónica. Circunstancias especiales, como el nacimiento de un bebé o el cambio de un trabajo, pueden desencadenar síntomas depresivos.

Comprender el tipo de depresión que experimenta una persona ayuda a los especialistas a determinar el tratamiento. Y para las personas a las que se les diagnostica depresión, tener información sobre su trastorno específico puede ser beneficioso.

“La gente parece reconfortada al saber lo que les está pasando”, le dijo a Health Sarah Noble, psiquiatra de Einstein Healthcare Network en Filadelfia. “Al menos tienen una respuesta de por qué están experimentando lo que están pasando”.

Esto es, según ella, lo que se debe saber sobre los diferentes tipos de depresión.

Trastorno depresivo mayor
En 2020, aproximadamente 21 millones de adultos estadounidenses experimentaron al menos un episodio depresivo mayor, según el Instituto Nacional de Salud Mental (NIHM).

Según los criterios de diagnóstico publicados por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, las personas deben tener al menos cinco síntomas persistentes durante dos semanas o más para que se les diagnostique un trastorno depresivo mayor. Esos síntomas pueden incluir:

Sentimientos de tristeza, vacío, inutilidad, desesperanza y culpa.
Pérdida de energía, apetito o interés en actividades placenteras.
Cambios en los hábitos de sueño.
Pensamientos de muerte y suicidio.
El trastorno depresivo mayor tiene dos subtipos: depresión atípica y depresión melancólica. Las personas que pertenecen a la primera categoría tienden a dormir y comer mucho. “Son emocionalmente reactivos y muy ansiosos”, explicó Noble. “Aquellos en la última categoría tienen problemas para dormir y tienden a rumiar sobre pensamientos de culpabilidad”, agregó el especialista en diálogo con Health. Los adultos jóvenes tienden a presentar depresión atípica, y el tipo melancólico se observa con mayor frecuencia en adultos mayores.

La mayoría de los casos son altamente tratables y pueden consistir en opciones farmacológicas, terapia o cambios en el estilo de vida, según la Biblioteca Nacional de Medicina (NLM). Sin embargo, las personas con trastorno depresivo mayor pueden comenzar con psicoterapia y medicamentos como tratamiento.

Depresión resistente al tratamiento
A veces, las personas con trastorno depresivo mayor no responden fácilmente al tratamiento: su depresión persiste obstinadamente. “Tal vez sea genético, tal vez sea ambiental”, explicó Noble.

Según los investigadores de un estudio sobre tratamiento y enfermedades neuropsiquiátricas de enero de 2020, para que a una persona se le diagnostique depresión resistente al tratamiento, debe haber pasado por dos ensayos de farmacoterapia fallidos.

Ayudar a las personas a superar la depresión resistente al tratamiento comienza con un estudio exhaustivo para garantizar un diagnóstico adecuado e identificar otras causas psiquiátricas y médicas de sus síntomas.

Se asesora a los pacientes sobre la dosis adecuada y la duración del tratamiento. Si un medicamento no funciona, los especialistas intentarán cambiar de fármaco por uno similar o de una clase diferente. Los pacientes pueden beneficiarse al agregar un segundo antidepresivo de una clase diferente y tal vez otro tipo de medicamento, como un antipsicótico.

Depresión subsindrómica
Una persona que tiene síntomas depresivos, pero que no cumple con todos los requisitos para un diagnóstico de depresión mayor puede considerarse subsíndrome: tiene otro trastorno depresivo específico, como lo indica el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DMS). Por ejemplo, la persona puede tener menos de cinco síntomas o experimentar depresión durante menos de dos semanas como mínimo.

“En lugar de observar los síntomas, generalmente observo la funcionalidad. ¿Puede el paciente ir a trabajar y hacerse cargo de las responsabilidades diarias? Si la persona tiene dificultades, aún puede beneficiarse del tratamiento, incluso con medicamentos”, aseveró Noble.

Trastorno depresivo persistente
Las personas con trastorno depresivo persistente (PDD), anteriormente conocido como distimia, tienen “un estado de ánimo bajo, oscuro o triste la mayoría de los días” y al menos dos síntomas adicionales de depresión que duran dos años o más.

En niños y adolescentes, se puede diagnosticar PDD si los síntomas de irritabilidad o depresión persisten durante un año o más. “Puede aumentar y disminuir en intensidad, pero generalmente es un nivel bajo de depresión”, explicó Noble.

Para ser diagnosticado con este tipo de depresión, las personas también deben tener dos de los siguientes síntomas:

Problemas para dormir (demasiado o muy poco).
Baja energía o fatiga.
Baja autoestima.
Falta de apetito o comer en exceso.
Poca concentración o dificultad para tomar decisiones.
Sentimientos de desesperanza.
Por lo general, el PDD requiere tratamiento con una combinación de medicamentos y psicoterapia.

Trastorno disfórico premenstrual
Hasta el 10% de las mujeres en edad fértil experimentan el trastorno disfórico premenstrual (TDPM). Esta forma severa de síndrome premenstrual puede desencadenar depresión, tristeza, ansiedad o irritabilidad, así como otros síntomas extremos, en la semana anterior al período de una mujer.

“Puede ser realmente incómodo, incapacitante e interferir con la vida cotidiana de una mujer”, le dijo a Health Dorothy Sit, profesora asociada de psiquiatría y ciencias del comportamiento en la Facultad de Medicina Feinberg, de la Universidad Northwestern en Chicago.

Los científicos creen que estas mujeres pueden tener una sensibilidad anormal a los cambios hormonales durante su ciclo menstrual. “Tomar antidepresivos, específicamente inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), en las dos semanas previas a su período o durante todo el mes puede ser muy efectivo”, reveló Sit. Ciertos tipos de anticonceptivos y analgésicos también pueden ayudar con los síntomas.

Depresión por Bipolaridad
Los cambios amplios en el estado de ánimo y la energía, desde la euforia hasta la desesperanza, son las características de los episodios depresivos en el trastorno bipolar. Para ser diagnosticado con esta forma de depresión, una persona debe haber experimentado al menos un episodio de manía (un período de tiempo con comportamiento enérgico).

El trastorno bipolar generalmente aparece en la edad adulta joven. Si bien las mujeres y los hombres son diagnosticados en igual número, los estudios han señalado posibles diferencias de género: los hombres parecen tener un comportamiento más maníaco; las mujeres tienden a los síntomas depresivos.

El trastorno bipolar generalmente empeora sin tratamiento, pero se puede controlar con estabilizadores del estado de ánimo, medicamentos antipsicóticos y terapia de conversación. Los síntomas depresivos se pueden tratar específicamente con antidepresivos, según el NIMH.

Trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo
Los gritos y las rabietas pueden ser características del trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo (DMDD, por sus siglas en inglés), un tipo de depresión diagnosticada en niños que tienen dificultad para regular sus emociones.

Otros síntomas incluyen un estado de ánimo irritable o enojado la mayor parte del día, casi todos los días y problemas para llevarse bien en la escuela, en casa o con sus compañeros.

“Estos son los niños con fuertes arrebatos emocionales. Simplemente no son capaces de contener sus emociones, por lo que actúan sobre sus sentimientos”, precisó Noble.

De acuerdo con el NIMH, el DMDD se trata con medicamentos, psicoterapia y capacitación para padres sobre cómo lidiar de manera efectiva con el comportamiento irritable de un niño.

Fuente: TN

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