Adictos a recuerdos congelados: el motivo por el que no olvidas a tu ex

NOTICIAS DE INTERÉS Sandra Palacios
recuerdos-congelados-k6yE--620x349@abc

Cuando termina una relación, hay personas que se quedan atrapadas en un bucle de recuerdos positivos del principio, olvidándose de los momentos malos. Al recordarlo, pueden sentir un 'disfrute o placer momentáneo'. Su mente tiende a fantasear en lo bueno que ya no está, lo que puede llegar a interferir en la vida de la persona representando un verdadero obstáculo. Esto es lo que se conoce como 'adictos a recuerdos congelados'.

Silvia Sanz, psicóloga y sexóloga, indica que hay diferentes motivos que explican por qué hay personas que se quedan encapsuladas en los buenos aspectos de una relación y recuerdan constantemente el inicio. Uno de ellos es el autosabotaje, «nos autoengañamos para justificar no avanzar y conocer a otras personas nuevas con lo que ello implica, como es empezar desde cero, cambiar de hábitos o aceptar la ruptura».

Otras de las razones que destaca Sanz es que a veces entramos en ese bucle para demostrarnos a nosotros mismos que de verdad queríamos a esa persona y nos hacemos daño con la idea paralizante de que no es 'justo' que la relación se haya acabado. Otro motivo sería el de buscar alguna excusa para volver a tener contacto con nuestro ex, alimentando la esperanza de reconectar como al principio; o en un intento de justificar los acontecimientos negativos.

La psicóloga Lara Ferreiro añade que también se da cuando hay duelos no resueltos y la persona se queda enganchada en la fase esperanza, en lo que podría ser y no fue: «Puede ser una historia que no se terminó o que no pudo ser por las circunstancias, por ejemplo, porque cada uno vivía en un lugar distinto».

Ferreiro manifiesta que se trata de personas obsesivas o que quizás no están bien en su relación de pareja actual, «entonces como mecanismo de evasión se van a este comienzo congelado con otra persona».

Hay además una idealización, «porque piensas 'qué maravilla cuando vimos la puesta de sol en Kenia', pero luego no te acuerdas de cuando te gritaba en tu piso de Malasaña», explica esta psicóloga.

¿Qué implica estar en un recuerdo congelado?
Quedarse enganchado a recuerdos exclusivamente positivos –expone Sanz– implica estar a merced de una fantasía. «Esto puede hacer que no avances en tu vida emocional y vivas en el pasado, idealizando a tu expareja e imposibilitando tener relaciones sanas».

La psicóloga señala que esto implicaría también un bloqueo a la hora de realizar actividades que generan bienestar y disfrutar de las mismas, así como a comparar constantemente a posibles parejas con tu ex. «Estos recuerdos se convierten en una presencia que quita tiempo y energía, que podría estar dedicada a actividades constructivas con respecto a uno mismo o a conocer a otra persona».

Por ello, si te das cuenta de que estás enganchado en un bucle de recuerdos positivos, Sanz recomienda que seas sincero contigo mismo y te preguntes: «¿Cuántos momentos al día le estamos dedicando a esa persona? ¿Dejamos de hacer ciertas actividades o las hacemos sin estar presentes para pensar en ella?».

Una vez que has adquirido conciencia sobre el propio enganche a un comienzo congelado –explica Sanz– se debe hacer un esfuerzo por mirar a la relación finalizada desde otras perspectivas y recordar los momentos negativos con el objetivo de 'desidealizar' la relación. «De este modo, cuando la mente tienda a fantasear en lo positivo, debemos pararnos un momento para recordar que también hubo momentos malos, que fue parte de tu vida, que seguramente has aprendido algo de esa relación y que lo agradeces sinceramente».

«Quizás pueda ayudarte escribir una carta de despedida donde anotes todos esos recuerdos congelados, lo que te han aportado y enseñado. Puedes perdonarte o perdonar a tu ex si lo deseas», comparte la psicóloga. Y una vez que la hayas finalizado, Sanz indica que puedes hacer algún ritual de despedida como quemarla, romperla, llevarla a algún lugar simbólico para ti y dejarla volar o simplemente guardarla en un libro o en una caja de recuerdos.

Una vez que te despidas, intenta centrarte en los demás, en todas aquellas personas que has descuidado por estar inmerso en tus recuerdos congelados. Sanz aconseja además que hagas una lista de todas aquellas actividades que te gustaría hacer y que dejaste de realizar por estar junto a tu fantasma emocional.

Fuente: abc

Últimas publicaciones
Te puede interesar
Lo más visto