Consejos para ayudar a los chicos a afrontar la separación de sus padres

NOTICIAS DE INTERÉS Ana COHEN
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Separarse cuando hay hijos de por medio puede ser complicado. Muchos adultos, de hecho, estiran la difícil decisión porque, lógicamente, sufren por los niños, por cómo puede repercutir en ellos que uno de los dos padres ya no viva bajo el mismo techo.

Sin embargo, no necesariamente tiene que ser traumático. Hay maneras de dialogar y de acompañar a los pequeños en ese proceso que puede ser más largo o corto.

La psicóloga de Familia Marisa Russomando (M.N. 23.189) explicó que lo primero que ella les aconseja a los adultos, en caso de una separación, es que tengan una conversación honesta y clara con los hijos cuando ya se tomó la decisión, aunque sean muy chiquitos.

“Es necesario poner en palabras algo que seguramente ellos ya lo venían sintiendo y percibiendo en la propia casa. Es así como los chicos empiezan a tomar la palabra como recurso y a acostumbrarse al diálogo con los padres y la familia”, señaló.

   En general, según la especialista, esas escenas son menos dramáticas que lo que muchos adultos se imaginan. “Muchos chicos, ante la noticia, pasan a otro tema; otros preguntan cuestiones relacionadas a lo cotidiano; y otros se ponen a llorar, un proceso normal. Es necesario afrontar esa situación para empezar a acompañarlos en todo el proceso, en sus reacciones y en lo que necesiten de ahí en adelante”, aseveró.

Por su parte, Damián Supply (M.N. 44.122), licenciado en Psicología y especialista en Promoción de Salud en la Niñez y Adolescencia, coincidió con su colega al enfatizar que siempre es conveniente el diálogo, pero entendiendo que la información que circule sea acorde a lo que el hijo pueda entender y procurando su bienestar. “Lamentablemente es muy común que los chicos estén sobreexpuestos a información del mundo adulto que después los perturba”, advirtió.

En ese sentido, agregó: “Hay que entender que es una crisis a atravesar y es esperable que haya tristeza o preocupación. Muchas veces los niños no pueden poner su malestar en palabras y aparecen otras manifestaciones en lo escolar, en su estado anímico, pueden estar más irritables o impulsivos. Hay casos donde esto no se da y lo que se encuentra es alivio, ya que muchas veces es una manera de poner fin a situaciones conflictivas y climas adversos donde los chicos la pasan peor”.

Para él, es clave que los padres escuchen a sus hijos y estén disponibles. “Cuando los padres se separan, en los chicos se activan un montón de fantasías: el derrumbe de la idea de familia tal como estaba, el cuestionarse si pudiera haber sido de otra manera, si ellos tuvieron algo que ver. Son movimientos muy fuertes y que necesitan principalmente tiempo. Acompañar con amor y paciencia para que el tránsito de la situación sea lo mejor posible”, recomendó.

Russomando sugirió lo mismo y explicó el porqué: “Con el tiempo, puede que los hijos necesiten más respuestas. No se trata de tener una única conversación sino de acompañarlos en todo lo que necesiten y estar atentos a cualquier cambio de comportamiento, avisar en la escuela para que también los docentes estén atentos y, eventualmente, pedir ayuda profesional. A veces, los chicos necesitan rearmar el mapa familiar, sobre todo cuando aparecen nuevas parejas de la mamá o el papá. Suelen necesitar ayuda para entender qué lugar ocupan ellos frente a la llegada de un nuevo integrante o persona a la familia”, comentó.

La especialista aclaró que las problemáticas de los adultos deben quedar entre los adultos, pero “sí es necesario garantizarles que la separación no tiene nada que ver con ellos, o con que ellos hayan hecho algo malo (muchos menores fantasean con que sus papás se separan porque ellos se portan mal), aclararles que van a seguir siendo papá y mamá toda la vida, que los siguen amando y luego, darles los detalles que vengan a la separación: cambios en las rutinas, todo lo que se sepa sobre cómo seguirán sus vidas”.

Y señaló: “Que uno de los padres se vaya a vivir a otro lugar, producto de una separación, puede traer consecuencias en los chicos. Cuantos más cambios haya en lo cotidiano (cambio de casa, barrio o escuela), más difícil de afrontar será para los hijos”.

¿Influye la edad de los hijos en cómo puede afectar la separación de los padres?
Los psicólogos no creen que la edad sea un factor influyente en cómo la noticia repercutirá en los hijos. “No hay una edad en la que los chicos sufran más o menos ante la separación de sus padres. Luego de una ruptura matrimonial y como adultos, siempre hay que estar atentos a cómo reaccionan y se comportan. Lo cierto es que cuando son más pequeños, las rutinas domésticas cambian más tras una separación y eso es más traumático”, dijo Russomando.

En tanto, para Supply tampoco existe una edad que determine mayor o menor sufrimiento, sino que se va a relacionar a las capacidades o herramientas que tenga el niño para poder procesarlo y expresarlo. “En ese proceso, es fundamental el rol de los padres porque los chicos generalmente espejan o ponen de manifiesto las emociones”, concluyó.

Fuente: TN

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