¿Qué llevan en la mochila tus hijos? Pautas para el equilibrio entre lo que les gusta y lo que les hace bien

SER PADRES Paulina Coria
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En las últimas décadas, el sobrepeso y la obesidad se convirtieron en un problema de salud pública prioritario a nivel mundial, cuyo avance no reconoce fronteras ni edades. En Argentina, dos de cada tres adultos y 4 de cada 10 niños, niñas y adolescentes (NNyA) están excedidos de peso. Para colmo, los chicos comen peor que los mayores, según la última Encuesta Nacional de Nutrición y Salud

Viandas y recreos: en el equilibrio está el gusto
Cuántas más horas pasan chicos y chicas en el colegio, más cargada va la mochila y no sólo de útiles: colaciones para los recreos, bebida e incluso el almuerzo (para quienes asisten a doble jornada y no usan el servicio de comedor).

Qué poner en la mochila puede ser objeto de disputa: "Esto no lo quiero", "mis amigos no comen fruta", "si me lo mandás, no lo voy a comer", son algunas de las protestas frecuentes.

Para la nutricionista especialista en obesidad Araceli Valone la clave está en encontrar un equilibrio entre lo que les gusta y lo que les hace bien.

"Debemos contemplar que los alimentos que integren estas viandas sean del agrado de los chicos, por lo tanto, es mejor que sean alimentos que ya consumen en forma habitual", aconseja. Y agrega que incorporar nuevos sabores en el colegio "no es la mejor opción porque si deciden no comer su almuerzo van a tener hambre y terminan picoteado galletitas que les conviden".

Cómo armar correctamente una vianda
"La alimentación en la infancia juega un papel muy importante en el desarrollo y crecimiento de los niños/as y en la prevención del sobrepeso en la adolescencia y adultez, por lo que su atención, aún en el período escolar, es de suma importancia", resalta Virginia Busnelli, médica especialista en nutrición y directora del Centro de Endocrinología y Nutrición CRENYF.

Para que la comida sea nutricionalmente equilibrada tiene que tener los tres macronutrientes, indica Valone: hidratos de carbono, proteínas y grasas saludables.

"Los hidratos son necesarios para aportar la glucosa necesaria para el cerebro que va a estar aprendiendo nuevos conceptos, es el combustible que requiere para su funcionamiento. Las proteínas son necesarias porque los chicos están en etapa activa de crecimiento, actúan como ladrillos permitiendo el crecimiento de las estructuras y las grasas cumplen la función de aporte energético y participan en el correcto funcionamiento del sistema nervioso", explica.

Y destaca algunos ejemplos de menús que cumplen con esos requisitos: milanesitas de pollo con buñuelos de acelga, fideos con brócoli y queso, sandwich de carne cortada bien finita con lechuga y tomate, hamburguesas de garbanzos con milanesitas de calabaza y queso.

"Lo ideal es armar los sandwiches con pan integral", aporta Busnelli. Para los rellenos, propone incorporar buena cantidad de vegetales, como lechuga, tomate, zanahoria rallada, berenjena o zucchini grillado. Luego sumar alguna carne magra, pollo, atún, queso o huevo.

Planificación mata estrés
La planificación es clave para que la vianda no se convierta en un dolor de cabeza. "El primer consejo es organizar la semana. Tener el menú armado de antemano puede facilitar mucho la rutina, ya que adelantamos un paso", dice Valone.

"Otra opción es, según lo que se prepare a la noche en casa, cocinar una porción adicional para guardar directamente en el freezer -propone-. De esa manera, tenemos viandas con distintas preparaciones listas para comer."

Asimismo, subraya que es importante agregar una fruta (banana chica, pera, manzana, durazno, uvas, cortadas en trozos pequeños y guardadas en un recipiente fácil de abri).  "La pueden comer cuando terminan el almuerzo o pueden utilizarla como colación más tarde."

Respecto de la porción, recomienda no poner demasiada comida, "ya que luego de los 4-5 años las personas empiezan a comer de más sólo porque la comida está frente a sus ojos, dejando atrás la capacidad de regular el sentido de hambre-saciedad".

Otro punto a tener en cuenta es los cuidados a la hora de elaborar, conservar y transportar las viandas, para evitar intoxicaciones. "Se requiere exclusiva atención al momento de la cocción, temperatura, conservación, envase, transporte y refrigeración" dice Busnelli y aconseja agregar en la lunchera geles refrigerantes o hielo para mantener la temperatura de los alimentos.

Recreos: la hora de las colaciones
El recreo es otro de los momentos en los que los chicos comen en el colegio. Es el turno de las colaciones.

Valone propone incluir frutas cortadas, frutas secas, galletitas de avena caseras, ocasionalmente turrón o barrita de cereal. "Las galletitas o alfajores, como ejemplos de alimentos más procesados, se pueden enviar porcionados para lograr una porción controlada y que sean de consumo más esporádico o alguna situación especial", destaca.

Además, hay que favorecer las condiciones para que los chicos mantengan una correcta hidratación, preferentemente con agua.

"De esta forma podemos armar una vianda súper completa y rica. Además, dentro del tupper en el que está el sandwich agregar tomates cherry, fáciles de comer y ricos", suma. Y recomienda reemplazar la mayonesa por queso untable o puré de verduras.

Otras opciones de menús sugeridas por Busnelli son los budines de verduras (se pueden agregar infinidad de verduras cocidas; cortado en rodajas es fácil de trasportar y de comer), tortillas de vegetales (de papa, zapallitos o espinaca), milanesas (de pollo, vaca o pescado con ensalada o papas y calabaza al horno), empanadas caseras y tartas (priorizar los rellenos con verduras).

Fuente: clarin

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