Cuáles son las diferencias entre alimentos diet, light y zero

ALIMENTACIÓN Y SALUD Cristina MERCADO
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En la Argentina, la moda por consumir productos “light” se inició a mediados de la década de 1980. Unos años después, con la apertura de la importación, comenzaron a ingresar al país alimentos provenientes de los Estados Unidos y de otros países, denominados “diet”, y la oferta se diversificó. Luego se sumaron las opciones “Zero”. ¿Pero cuáles son las diferencias?

Se suelan relacionar los términos “Dietético”, “Light”, “Diet” y “Zero” con alimentos diseñados o pensados para planes de alimentación de reducción de peso, cuando en realidad no siempre es estrictamente así.

“Los productos dietéticos están dirigidos a personas con dietas especiales para ciertas enfermedades como diabetes, hipertensión, obesidad, dislipidemia. Así que es la reducción de algún nutriente. Por ejemplo, eliminan el sodio de una papa frita, como vemos en el mercado, y lo reemplazan con cloruro de potasio”, explica la nutricionista Tatiane Cortes Roso a la Agencia Brasil.

Por qué realizar una cuidadosa lectura de los rótulos
Por lo general, los alimentos dietéticos tienen componentes reducidos como el azúcar, la grasa, las proteínas u otros. Pero Tatiane advierte que la reducción de nutrientes no siempre es total. “Puede haber azúcares residuales y grasas totales en el producto de un máximo de 0,5 g por 100 g / ml”, señala.

Estos alimentos son adecuados para personas con restricciones dietéticas o que no quieren consumir ninguno de estos ingredientes. Por lo tanto, no es suficiente la etiqueta para decir que ciertos alimentos son “Diet”. La etiqueta debe especificar qué nutriente se ha eliminado o reemplazado en el producto.

Tatiane también afirma que el producto dietético no siempre es menos calórico que el tradicional. En un yogur, por ejemplo, la industria reduce el contenido de grasa, pero agrega almidón, azúcares y espesantes para reemplazar las grasas totales.

El Código Alimentario Argentino (CAA) define a los alimentos “dietéticos” como aquellos cuya composición ha sido modificada, y que se encuentran destinados a satisfacer necesidades particulares de nutrición y alimentación de determinados grupos poblacionales. Por este motivo, no necesariamente son productos reducidos en su valor calórico.

Como ejemplos de alimentos dietéticos contemplados en el CAA pueden citarse a los alimentos libres de gluten, infantiles, fortificados, suplementos dietarios y alimentos modificados en su nivel de glúcidos, lípidos, proteínas, minerales, o en su valor energético.

El engaño de los productos “light”
Un alimento light es aquel que tiene una reducción de al menos el 25% de algún componente, que puede ser azúcar, grasa, sodio u otros. Por lo tanto, el contenido de energía generalmente se reduce en comparación con la referencia tradicional.

“Así que no es suficiente solo afirmar que el producto se ha reducido a algún nutriente, hay que compararlo con una versión convencional del mismo alimento. Así, el consumidor sabrá si realmente ha habido una reducción de nutrientes y/o valor energético”, señala la nutricionista.

Alimentos como la mayonesa, que comúnmente contiene mucha grasa, en sus versiones light suelen reemplazar la grasa por azúcar, lo cual resulta peor, ya que la grasa que contiene la mayonesa es más sana.

La selección de un alimento u otro, entonces, no debe realizarse en función de lo que se pone en el etiquetado, sino en “función del total de ese alimento que se consume”, y sobre todo en función del patrón alimentario en el que está incluido.

Sobre las opciones Zero de los alimentos
El término Zero se utiliza cuando el alimento no tiene ningún componente. Puede ser cero azúcar, cero grasa, cero sodio, entre otros. Sin embargo, este producto no tiene adición de otro nutriente para volver a poner el sabor, a diferencia de los dietéticos.

Cuando los alimentos son zero azúcar, pueden ser consumidos por personas con diabetes. La mayoría de los productos cero se reducen en calorías y azúcares, y pueden ser utilizados tanto por pacientes con diabetes como por aquellos que desean perder peso.

“Los edulcorantes son seguros desde todo punto de vista estudiados a nivel internacional”, explica a la licenciada Silvina Tasat (MN 1495), miembro de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN). “Uno siempre recomienda el consumo de agua”, remarca Tasat. Cada célula, tejido y órgano del cuerpo necesita agua para funcionar correctamente.

En conclusión, es importante entender que no es correcto asociar la expresión “light” con “reducción del peso” o “dieta baja en calorías”. Los productos “light” no siempre ayudan en un plan de descenso de peso, e incluso pueden aportar azúcares o grasas en cantidades no despreciables.

Fuente: TN

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