La muerte de las mascotas: los motivos por los que la gente se siente inhibida de hablar de su pérdida

NOTICIAS DE INTERÉS Carola LEVI
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Una mascota puede ser la mejor amiga de una persona a cualquier edad. Desde una compañera de juegos para un chico hasta la única compañía de personas que viven solas. Muchas veces, los animales domésticos pasan a ser considerados miembros de la familia.


“En la relación de los seres humanos y sus mascotas, se forman vínculos afectivos de características asociadas al apego”, explica la licenciada en psicología Patricia Carranza (M.N. 13.905).

En esta clase de vínculos fortalecidos, los animales buscan y encuentran en su cuidador, una figura de protección que les da seguridad. De igual forma, la persona siente una gran carga afectiva, ya que está comprobado que el animal provee alivio y seguridad en momentos de necesidad. Además de contención y amor incondicional.

Un estudio en mujeres de 55 años o más que viven solas reveló intensos sentimientos de tristeza después de perder a un animal de compañía, pero la mayoría de ellas tuvo cuidado con quién compartía su dolor por miedo a una respuesta desdeñosa, reconoce Cary Brown, profesora de terapia ocupacional en la Facultad de Medicina de Rehabilitación de la Universidad de Alberta en Canadá y autora del trabajo.

Cuando muere una mascota, se hace un duelo silencioso
Ese “duelo privado de derechos” es una preocupación para las mujeres mayores que viven solas como uno de los grupos demográficos más grandes y de más rápido crecimiento de Canadá, y puede hacer que este grupo ya vulnerable sea más susceptible a los problemas emocionales, sugirió Brown.

“Muchas de las mujeres optaron por quedarse en casa y llorar solas, solo contándoles a unos pocos amigos cercanos o familiares sobre la muerte. A una de las mujeres le dijeron: “Oh, vamos, es solo un animal”. La gente nunca le diría eso a alguien que perdió un cónyuge. Entonces, en lugar de normalizar el dolor y poder hablar de ello, se cierran y se sienten cada vez peor”, agregó.

Afrontar el duelo por una mascota es un momento muy difícil
“Cuando estás de duelo, lo último que querés tener que decidir es a quién le contás. Ya estás molesto y no querés tener que elegir y elegir. Es una triste reflexión sobre la sociedad que la gente se sienta inhibida de hablar de su pérdida”, señaló.

Ya enfrentada a desafíos relacionados con la edad de menos ingresos después de la jubilación, cambios de vivienda, círculos sociales más pequeños y deterioro de la salud, la pérdida de una mascota puede afectar aún más el bienestar físico y emocional.

“Para algunas personas, la pérdida de un animal de compañía en esa etapa de la vida podría ser el punto de inflexión que las mantenía sanas”, anotó Brown.

Los beneficios para la salud que da el tener mascotas
“Si solías salir a pasear con tu perro, ahora no hay razón para esa caminata diaria que promueve la salud y la interacción social con las personas que conocés. El sentido de propósito es enorme cuando un animal depende de ti; cuidarlos da propósito y sentido a la vida. Estas cosas nos mantienen bien en la comunidad, envejeciendo en el lugar, y disminuyen el riesgo de depresión, aislamiento y deterioro general”, revela la experta.

El estudio, realizado por un equipo que también incluyó investigadores de la facultad de Enfermería, ayuda a abordar una brecha en la comprensión del dolor por la pérdida de los animales de compañía como un riesgo para la salud.

La investigación confirmó las sospechas del equipo de que ese tipo de duelo tiene un impacto negativo, dijo Brown, y señaló que se lanzará un estudio de seguimiento para incluir a los hombres mayores para ver si lloran tan profundamente y experimentan el mismo dolor privado de derechos que sus contrapartes femeninas.

La mayoría de los encuestados del estudio vivió con sus mascotas durante 13 o más años, y aunque muchos creían que hicieron lo correcto al sacrificar a sus compañeros que sufrían, su dolor aún era profundo. La mayoría de ellos lo calificaron con 10 sobre 10 en gravedad durante semanas o meses después de la muerte.

Además, todos los participantes sintieron que no todos entenderían su dolor y se mostraron algo reacios o avergonzados de compartir sus sentimientos, señaló Brown. “Estas mujeres sintieron que estaban básicamente solas para lidiar con su dolor. Es importante que la sociedad legitime ese dolor”, pide Brown.

El rol de los veterinarios cuando muere una mascota
Son los más afectados al tener que consolar a sus clientes, pero también deben desarrollar programas de educación para profesionales de la salud, trabajadores sociales y otras formas de servicios de duelo, como grupos de apoyo, junto con campañas de concientización pública y programas de apoyo para aquellos que lloran a una mascota, recomiendan los autores del estudio.

“Hay una variedad de apoyos para las personas que pierden a un cónyuge o hijo, y también necesitamos incorporar un reconocimiento del dolor por las mascotas en nuestra comprensión del concepto de bienestar”, dijo Brown.

“Una vez que haya conciencia pública y apoyos más visibles para las personas, el dolor privado de derechos no sucederá a medida que se acostumbren a la idea de que este es un dolor real y que aquellos que experimentan una pérdida necesitan nuestro reconocimiento y cuidado”.

Fuente: TN

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