Las Fiestas pueden alterar el suelo pélvico con las comidas pobres en fibras y el exceso de alcohol

ALIMENTACIÓN Y SALUD Camila MARTINEZ
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Es la única época del año en la que casi todo vale, ¡después de todo es Navidad! Sin embargo, una cosa que con frecuencia se olvida durante estos días, es que nuestras acciones pueden causar estragos en nuestro suelo pélvico.

“Hay dos formas de reconocer dónde está ubicado el suelo pélvico”, revela Laura Baroli (M.N. 13.433), kinesióloga especializada en rehabilitación de esta zona del cuerpo

“Hay que pensar que se tienen ganas de hacer pis, pero que se quiere evitar. Con esta práctica se va a notar la contracción y elevación de los músculos del suelo pélvico. No hacer esto mientras se esté orinando, ya que puede causar una infección. Otra técnica para reconocerlo es ponerse de costado y, con un espejo, mirar cómo al contraer los músculos del piso pélvico, se cierra la vagina”, explica.

Relación del suelo pélvico con las fiestas de fin de año
Se producen muchos cambios en nuestro sistema urinario cuando tomamos alcohol.

Aumenta la cantidad de orina que se produce.
Se estimula la salida de la orina de la vejiga y desanima a los músculos para que no retengan la orina.
“Existe un síndrome llamado ‘urgencia frencuencia’ y justamente el alcohol puede causar esta sensación de urgencia. Es una constante sensación de orinar, sin embargo, cuando se va al baño se hace poca cantidad”, explica Maricel Zocco (M.N. 127.527), uroginecóloga. “Mi consejo es prevenir”, resume y aclara que hay que diferenciar si la incontinencia se da solo frente al alcohol u ocurre siempre.


Otro tema para los amantes de la comida a considerar en estas fiestas es la cantidad de fibra que se está comiendo y lo que esta dieta le hace a las evacuaciones intestinales.

“Hay que evitar los excesos. Es clave incluir frutas, verduras y semillas. En lo posible medir los azucarados que en estas fechas culturalmente se consumen en abundancia”, recomienda Fabio Nachman (M.N. 96.066), jefe del servicio de Gastroenterología de la Fundación Favaloro y expresidente de la Sociedad Argentina de Gastroenterología.

Hay que evitar el estreñimiento para proteger los músculos del suelo pélvico, ya que ayuda a evitar un esfuerzo excesivo en el inodoro y una presión excesiva sobre la vejiga.

Cuando la vejiga se encuentra en tensión, y, por lo tanto, está repleta, la simple presión abdominal, sobre todo cuando la intensidad del estornudo o de la tos es más intensa que lo habitual, puede producir un pequeño escape urinario, unas pocas gotas.

“Siempre que haya una incontinencia, sea leve, moderada o grave, la consulta es necesaria. La rehabilitación es la primera línea de tratamiento en todas las incontinencias”, indica Zocco.

Recuperación de suelo pélvico en mujeres con incontinencia
“Hay que hacer un diagnóstico kinésico, valorando la magnitud del problema, los factores agravantes, el impacto que pueden tener otras patologías asociadas y el real aporte de esta terapia en la recuperación del paciente”, reconoce la kinesióloga Baroli.

Un plan de tratamiento en kinesiología contra la incontinencia urinaria puede incluir:

Ejercicios de estiramiento o fortalecimiento de piernas, tronco o músculos pélvicos.
Ejercicios de relajación para músculos pélvicos.
Elongación de los músculos acortados.
Educación en autogestión y prevención.
Ejercicios de coordinación.
Biorretroalimentación para la relajación o el fortalecimiento de los músculos pélvicos.
Modalidades como hielo, calor o estimulación eléctrica.
Hacer kinesiología para rehabilitar el suelo pélvico está considerado como el tratamiento de primera elección dado su carácter no invasivo y los resultados en términos de alivio de los síntomas, la posibilidad de combinar sesiones de este tipo con otros tratamientos y el bajo riesgo de efectos secundarios.

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