Lo que tu pelo dice de tu estado de salud: te faltan estos nutrientes

NOTICIAS DE INTERÉS Melissa González para Abc
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El pelo es un chivato de lo bien y lo mal que nos cuidamos así que observarlo, ver el tiempo que este dura limpio, su textura, brillo y si se rompe o no pueden ser indicadores que nos están diciendo que vamos por buen camino o, por el contrario, tenemos que desviar nuestros hábitos. Y cuando decimos cambiar nuestros hábitos nos referimos no solo a cambiar de champú, la frecuencia con la que lo lavamos o incluso la temperatura a la que lo hacemos, sino al tipo de alimentos que tomamos.

Nuestro cabello se cae, las puntas se abren, aparece caspa, se enfrenta a las altas temperaturas de las herramientas a las que lo sometemos, como planchas o secadores, pero también a los bajos grados del invierno, por eso tener en cuenta las indicaciones de los expertos puede hacer que se vea más o menos fuerte, entre otras características.

Olaya Vázquez, licenciada en Farmacia y dermoconsejera del centro de belleza Rocío Escalante, cuenta que aunque la alimentación juega un papel muy importante en la salud de nuestro pelo, no hay alimentos milagrosos: «Hay que llevar una buena alimentación y dieta equilibrada: frutas, verduras, proteínas de calidad, grasas buenas... No hay alimentos milagrosos, se trata de llevar una dieta equilibrada y variada, donde deberían estar muy presentes estos grupos de alimentos. Pero también hay que usar un champú adecuado, una mascarilla adecuada, proteger el cabello del sol o del calor de las herramientas…».

Nutrientes en tu dieta
Si entre los problemas que encuentras en tu pelo está su caída, Olaya Vázquez cuenta que el cabello se puede caer por diversos motivos. Entre los que se encontrarían el estrés, un factor que influye mucho en la debilidad del cabello y su caída. «Si se tiene una alimentación pobre en vitaminas y minerales es normal que el pelo se caiga si además hay falta de hierro, por ejemplo. Se puede caer también como consecuencia de la toma de ciertos medicamentos, por cambios hormonales relacionados con el embarazo/postparto y la menopausia», dice. Hay que tener en cuenta también que en los últimos meses hay otro factor también importante: el coronavirus. «Cuando el cabello se cae hay que valorar todos estos aspectos y ver qué nos ha pasado 2-3 meses atrás, que es el tiempo que suele pasar entre que se produce el daño y tiene lugar la caída», recuerda.

Por tanto, para un cabello sano necesitamos, entre otros, vitaminas del grupo B; la cistina, un aminoácido que compone la queratina del cabello; zinc: elemento esencial para que tengan lugar reacciones, entre otras, la síntesis de queratina del cabello; selenio; vitamina A y antioxidantes que protegen a las células del estrés oxidativo.

Si te preocupa que no crezca...
No termino de entender ese miedo a cortar el pelo. Si el pelo crece, ¿por qué tanto drama? Pero lo cierto es que aunque crezca, este lo hace a un ritmo pausado, por mucho que nos quieran vender que algunos productos de belleza prometan lo contrario. Cuenta Olaya Vázque que el crecimiento del cabello es cíclico, es decir, un cabello sano crece, descansa y se cae para dejar sitio al nuevo. «El ciclo de vida en el que crece se conoce como fase anágena, una fase en la que se mantiene y en la que pueden estar entre 3-5 años, fase catágena y finalizado ese tiempo pasa a la fase de caída: fase telógena», explica.

Posteriormente, tal como indica, el folículo regresa de nuevo a la fase anágena y el ciclo se repite. Estos ciclos pueden durar entre 2 y 7 años, así que cada persona tiene su ciclo determinado, «no podemos modificarlo con alimentación ni dermocosmética». No obstante, estos ciclos pueden verse afectados por patologías.

Tus hormonas, un punto clave
¿Sabías que tu estado mental también influye sobre tu pelo? La falta de vitamina, la subida y bajada de estrógenos o el estrés por el trabajo y otros motivos son factores que van a afectar directamente a nuestro cuero cabelludo: «La vida emocional principalmente de las mujeres es una montaña rusa. Las preocupaciones en la adolescencia, la bajada de la menstruación, inquietud por el embarazo y la llegada de la menopausia son algunas de las razones que explicarían por qué nuestro pelo pasa por tantas fases», explica María Baras, peluquera y estilista artística de Salón Cheska.

Paloma Rey, psicóloga, asegura por su parte que si estamos más estresados o tenemos el estado de ánimo más bajo «sí que es posible que notemos una caída de pelo», sobre todo en el primer caso: «Generalmente esta pérdida se recupera en gran parte a medida que nos relajamos o resolvemos la situación que ha desencadenado la respuesta de estrés, aunque puede que tardemos en notar este crecimiento ya que el ritmo es muy lento».

A partir de este punto la experta en psicología cree que habría que abordar más el tema del manejo y la gestión estrés ya que en sí «es la principal causa de este problema».

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