Estamos normalizando el estrés y eso no es normal

POR UNA VIDA MÁS SALUDABLE Sandra PALACIOS para Abc
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Aegon y el Consejo General de Psicología de España han presentado el Estudio de Salud y Estilo de Vida, centrado en el estado de la salud, estilo de vida, hábitos y conductas relacionados con el bienestar emocional y social de los españoles en los últimos 12 meses.

Los resultados no muestran diferencias en la percepción del bienestar psicológico en lo relativo a la situación de empleo o desempleo. «Aquellas personas que habían perdido su trabajo o se encontraban en situación de ERTE en el último año valoran su salud emocional con un 5,86 y las personas que no han tenido estos cambios laborales con un 6,92», cita el informe. Las hipótesis que se barajan al respecto son el efecto estresante debido a los cambios laborales y la forma en que esto afecta a la percepción de la calidad de vida en el plano emocional.

No obstante, la diferencia es mínima.

El estrés se apodera de la sociedad española
La encuesta así lo confirma: siete de cada diez españoles han sufrido estrés en el último mes. Además, los datos parecen señalar una posible relación entre el nivel de estrés y cómo de satisfecho está uno con su vida. «Las personas que han sufrido estrés en el último mes han valorado con una puntuación media de 6 sobre 10 su estado emocional y la satisfacción con la vida, mientras que aquellos que no lo han sufrido valoraron ambos aspectos en torno al 8», expone el estudio. Aquellos que lo han padecido también se consideran menos felices que las que no han tenido. Jóvenes y mujeres son los más afectados.

Belén González, directora de Salud de Aegon, explica que la principal causa de estrés para los españoles se debe al trabajo, en concreto, en lo referido a la dificultad de conciliación o a cambios en el entorno laboral, así lo afirma casi un 40% de los encuestados. La segunda es el entorno familiar y las situaciones de tensión que en él se viven. Además, el miedo a contagiarse de Covid-19 sigue siendo uno de los mayores motivos de preocupación en nuestro país. Este último afecta sobre todo a los mayores de 65 años.

¿Por qué es más frecuente en jóvenes y mujeres?
En el caso de las mujeres –declara González– hay muchos factores a tener en cuenta: conciliación familiar, más presente en las féminas; la satisfacción individual y condiciones laborales que les afectan más a ellas que a los hombres. «Además, durante los últimos meses hemos vivido situaciones de adaptación a la nueva normalidad que nos han podido provocar más estrés del habitual, como el regreso a los colegios, la vuelta a la oficina y los modelos híbridos, este tipo de cambios pueden causarnos en un primer momento más estrés de lo habitual hasta que conseguimos adaptarnos».

Llama la atención que los dos grupos de españoles encuestados de menor edad, entre 18 y 29 años y entre 30 y 44, son los que reconocieron haber sentido más estrés en último mes, hasta un 80% así lo ha expresado. La directora de Salud de Aegon lo achaca al desempleo y la incertidumbre social causada por la pandemia, ya que estos grupos han sido los que han sufrido más dificultades. «Los jóvenes han visto que muchas de las cosas que querían hacer se tenían que poner en pausa por un tiempo, y eso claramente ha tenido un impacto negativo en su bienestar», opina.

¿Estamos normalizando el tener estrés de forma habitual?
«Que solo el 40% esté tomando medidas al respecto es un claro indicador de que consideramos el estrés excesivo como algo normal en nuestra vida diaria. Sin embargo, no debemos integrar este tipo de situaciones dentro de nuestra normalidad», manifiesta González.

Según el estudio, el 90% de las personas que dice haber sentido estrés considera que ha afectado negativamente a su salud, ya sea en gran medida (42,3%) o en alguna forma (48%). En este contexto, estos datos reflejan cómo la población española está sufriendo las consecuencias, tanto en su estado de salud físico como mental, y también en aspectos vitales tan importantes como el grado de bienestar, felicidad y de satisfacción con la vida.

La ansiedad y la depresión también están presentes
El 20,6% de la población española encuestada presenta síntomas compatibles con la depresión. Esto significa que 1 de cada 5 personas podría presentar dificultades emocionales de tipo depresivo. Estos datos aumentaban en el caso de jóvenes y mujeres. También se ha encontrado un mayor porcentaje entre aquellos que indicaron que su situación económica había empeorado (33,3%).

Por otra parte, el 25% de los encuestados mostró síntomas compatibles con un trastorno de ansiedad, es decir, 1 de 4 personas presentan síntomas compatibles con algún problema de ansiedad. Esta es mucho mayor en el caso de las mujeres (30,1 frente a 16,8%). Y en el caso de menores de 41 años (69,7%).

Además, tanto en los casos probables de ansiedad como de depresión, la mayoría confiesa que estos síntomas han interferido en su vida cotidiana.

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