Dime de qué color es tu orina y te diré cómo está tu salud

SALUD Ana COHEN
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Desde la antigüedad, la orina nos permite saber cuál es el estado de nuestra salud. A través de ella desechamos sustancias que nuestro cuerpo va a utilizar y que en su mayoría provienen de los alimentos que consumimos o el resultado de procesos metabólicos. Su aspecto, ya sea su color, grado de turbidez o incluso su olor nos permiten hacernos una idea de nuestro estado de salud.

La dietista-nutricionista Elisa Escorihuela, autora del blog Aula de Nutrición, cuenta qué quiere decir cada uno de los colores que puede presentar nuestra orina:

Translúcida. Cuando el aspecto de la orina es totalmente transparente puede ser un indicativo de que quizás estamos bebiendo más agua de la que realmente necesitamos. «Es importante que nos fijemos, ya que aunque es poco frecuente, un exceso de agua puede ocasionar una intoxicación por agua, siendo el síntoma más significativo el deseo continuo de orinar», alerta.

Amarilla clarita. El color amarillo característico de la orina es gracias a un pigmento llamado urobilina: cuanta más agua bebemos, más se diluye en la misma y, por lo tanto, la orina pierde tonalidad. Por ello, cuando la orina tiene un color clarito es señal, según la experta, de una buena hidratación y de una buena salud.

Amarilla intensa. Si la orina presenta este color, por lo general, nos está mandando señales de que «toca hidratarse más», especialmente si vemos que a lo largo del día se va oscureciendo llegando a adoptar tonalidades de marrón clarito.

Marrón. Antes de alarmarnos al ver este color, tenemos que tener en cuenta si a lo largo del día hemos consumido algún alimento, como por ejemplo frijoles o habas, o algún medicamento que haya podido cambiar la tonalidad de la orina. «Este color puede ser señal de deshidratación severa o incluso en algunos casos problema de hígado», dice.

Rosa/rojo. Algunos alimentos como los arándanos o la remolacha pueden cambiar la tonalidad de la orina, sin embargo, tenemos que tener cuidado porque también podría tratarse de presencia de sangre en la orina, conociéndose este término como hematuria. «No necesariamente tiene que estar ocurriendo algo grave, quizá solo se trate de una pequeña infección, pero por si acaso es aconsejable consultar con un profesional», tranquiliza Elisa Escorihuela.

Naranja. En casos de deshidratación severa, la orina puede alcanzar un color oscuro anaranjado acompañada de olor intenso. Sin embargo, cuando la tonalidad naranja de la orina va acompañada de heces blandas con una tonalidad similar, es recomendable acudir a un profesional ya que puede deberse a problemas de hígado o vías biliares.

Azul verdosa. Algunos alimentos como los espárragos o el cambio de medicación pueden provocar en algunos casos que la orina tenga un color verdoso claro. Sin embargo, cuando la orina de color azul verdosa se manifiesta con más frecuentia podemos sospechar que se trata de una infección urinaria provocada por bacterias pseudomonas.

Morada. Cuando nuestra orina se caracteriza por un color morado, nos está indicando la presencia de unas determinadas bacterias que se desarrollan y nos causan infecciones comunes en personas de la tercera edad o que padecen determinadas patologías. Haber padecido patologías urinarias o periodos de estreñimiento pueden predisponernos a que estas bacterias nos colonicen, así como haber pasado periodos amplios de inmovilidad.

Otras características
Además del color de nuestra orina, hay más señales que pueden ser indicativo de que algo está fallando. Tal como cuenta la nutricionista Elisa Escorihuela, un buen ejemplo sería el grado de turbidez de nuestra orina. «Habitualmente la turbidez, acompañada de cambios en el color o en la intensidad de este, se asocia con infecciones urinarias», alerta.

Por otro lado, el olor es la mayoría de las veces ocasionado más por lo que comemos o bebemos que por causas patológicas. Lo normal y habitual cuando nos mantenemos en un estado óptimo de hidratación es que nuestra orina no ocasione cambios en el olor u olores fuertes. En algunos casos, hay ciertos olores que, si perpetúan en el tiempo, son señales de determinadas patologías, como la diabetes mal controlada, enfermedades hepáticas, fístulas en la vejiga o determinados trastornos metabólicos,

«La espuma en la orina también puede darnos cierta información de nuestro estado de salud. Es algo normal que puede ser originado por múltiples factores, hasta con el más simple detalle de la velocidad en la que orinamos», dice la experta. Pero si ese detalle se prolonga en el tiempo observando la espuma en nuestra orina diaria, sí que debemos preocuparnos. «Puede tratarse de una proteinuria, es decir, excreción de proteínas por la orina, lo que sería indicativo de un exceso de proteínas en el organismo o diversas patologías renales», cuenta.

En resumen, si queremos tener controlada nuestra salud, una buena hidratación y estar alertas a los cambios que se pueden dar en nuestra orina, tanto de color, turbidez como de olor puede proporcionarnos señales de que algo no esta bien en nuestro organismo.

Fuente: ABC.ES

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