Cómo alcanzar el “insight” y elevar la autoestima

SALUD Gastón PEDRAZA
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Hay personas que para ser aceptadas por el resto, dejan de lado su real identidad y hasta quedan reducidas frente los demás. Desde el punto de vista psicológico, se puede afirmar que todo ser humano requiere de la existencia de los otros, pero ¿a qué costo? Las redes sociales han potenciado esa falsa necesidad de ser ´bien vistos´ y aprobados por otros usuarios.

Daniel Alejandro Fernández (M.N. 41.671), licenciado en Psicología con Orientación Psicoanalítica, explicó: “Somos seres sociales y esto conlleva una necesidad de vincularnos. No obstante, hay quienes -en su afán de pertenecer a un grupo- son capaces de aceptar cualquier rol dentro del mismo. Generalmente, estas personas que, para acoplarse al resto, dejan de lado su real identidad y pasan a asumir la que les resulte más conveniente, terminan ocupando en un grupo el papel de chivos expiatorios”.

Para el especialista, eso significa que son utilizados por los otros, consciente o inconscientemente, para canalizar en ellos aspectos negativos. “De este modo, se tiende a culparlos y a menospreciarlos. En definitiva, a usarlos. Si alguien tiene tal desesperación por ser aceptado por los demás, a punto tal que acalla su verdadera personalidad, no hará más que desvalorizarse. En primera instancia, podríamos decir que quien obra de tal modo, lo hace a la espera de una recompensa. ¿Cuál? Ser aceptado, valorado y amado. Es decir, recibir de los demás una reacción positiva que lo haga sentirse más feliz. Desde luego, esto no habrá de ocurrir. Además, estas personas moldeables, dependientes y ávidas de obtener la aceptación ajena acostumbran a ser las candidatas ideales de cuanto psicópata quiera manipularlas”.

La cultura de la supuesta “imagen perfecta”
Los estereotipos de belleza son producto de la acción de diversas fuerzas sociales donde empresas y distintos medios/plataformas de comunicación logran transmitir a los consumidores un tipo de “belleza ideal”. Desde la cuestión específicamente psicológica, es fundamental partir del fortalecimiento de la autoestima personal.

Al respecto, la psicóloga Ana María Fusaro (M.N. 60.808) sostuvo: “Nuestra cultura nos demanda que tengamos una forma de cuerpo determinada, que tanto mujeres como varones seamos delgados, que ellos tengan sus músculos marcados y ellas curvas suaves. Todo para pertenecer a un círculo de ´personas aceptables´, como personas ´aceptadas y agradables’”.

Hace algunos años, este tema era privativo dentro del mundo de la mujer. Sin embargo, alertó que hoy en día es para todos. “No obstante, podemos decir que este mandato se está tornando anacrónico globalmente. Se pueden ver algunas marcas líderes en ropa deportiva haciendo una publicidad con una extenista quien muestra orgullosamente sus formas muy redondeadas. Finalmente, ´las gorditas´ comienzan a lograr ser aceptadas en el mundo top”, aclaró.

En ese sentido, añadió: “Igualmente, actores y actrices se muestran felices con sus cuerpos gruesos en muchas instancias. Esto pareciera querer comenzar a ponerse en boga en países del primer mundo. Desafortunadamente, este tipo de nuevas tendencias tardan en llegar a nuestro país, con lo cual es muy incipiente entre nosotros. Luego de cruentas luchas, se está permitiendo socialmente que las personas disfruten del bienestar y la aceptación del cuerpo que solía considerarse ´imperfecto´”.

Para Fusaro, el mandato viene del exterior, por lo que es importante hacer un “insight”. “Hay que hacer una mirada hacia el interior de nosotros mismos y valorar todo lo que valemos por nuestras ideas, afectos y capacidades, y no así por ´el envase´. Tristemente, escuchamos que muchas mujeres se han enfermado tomando anfetaminas para mantenerse delgadas y consumiendo diuréticos para perder peso rápidamente. En algunos casos extremos para conservar u obtener un trabajo”, advirtió.

Por último, Fusaro se preguntó: “¿Qué nos pasa? ¿No valemos nada por dentro?”. Para ella, lo fundamental es salir de la trampa que implica pensar que ´lo que se ve´ es más importante que lo ´que se piensa o se siente´. “¿Quién dijo que la imagen vale más que todos los demás atributos de la persona? Pensemos en nuestra actitud hacia la demanda sociocultural, hacia la moda. Es realmente una cuestión de actitud, de levantarnos cada mañana, erguir nuestro cuerpo y mirar hacia adelante, con la mirada en alto y el espíritu en alza. Es todo una cuestión de actitud, frente a las adversidades y los prejuicios de los demás”, concluyó.

Fuente: TN

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