La pandemia generó un fuerte aumento del trastorno depresivo y de la ansiedad: América Latina está entre las regiones más afectadas

NOTICIAS DE INTERÉS Gastón PEDRAZA
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Por la pandemia, los casos de trastornos depresivos aumentaron a nivel mundial un 27,6% y los de ansiedad un 25,6%, según un estudio publicado en The Lancet. Sin embargo, estas cifras trepan al 34,8 % y 31,7 %, respectivamente, en América Latina y el Caribe. Las causas de este incremento se relacionaron con las “tasas de infección por SARS-CoV-2 y la disminución de la movilidad humana”.

La depresión es un trastorno emocional que provoca un sentimiento constante de tristeza y el desinterés ante distintas actividades, además de afectar los pensamientos y el comportamiento, generando problemas físicos y emocionales. En tanto, la ansiedad surge en medio de la vida cotidiana como episodios, cuando las preocupaciones y miedos intensos ganan terreno ante las actividades diarias. Incluso, pueden registrarse fuertes incrementos que finalizan en ataques de pánico. Vale destacar que ambas patologías medidas en este estudio requieren del tratamiento y acompañamiento de los especialistas.

“Estimamos que los lugares más afectados por la pandemia en 2020, medidos por la disminución de la movilidad humana y la tasa diaria de infección por SARS-CoV-2, provocaron mayores aumentos en la prevalencia del trastorno depresivo y de la ansiedad”, señala el documento. Y destaca que, a nivel mundial, el Covid-19 provocó “53,2 millones de casos adicionales de trastorno depresivo (3152,9 casos por 100 000 habitantes) y “76,2 millones de casos adicionales de trastornos de ansiedad (4802,4 casos por 100 000 habitantes)”.

Aumento de trastorno depresivo y ansiedad: las mujeres y los jóvenes fueron los más afectados
Este estudio, que reunió a unos 50 especialistas de todo el mundo, evaluó no solo el aumento en la cantidad de casos registrados de trastornos depresivos y de ansiedad, sino que además estimó los años vividos con discapacidad o con secuelas por estas patologías.

“Antes del ajuste por la pandemia, la prevalencia global estimada del trastorno depresivo en 2020 era de 2.470,5 casos por 100.000 habitantes, equivalente a 193 millones personas”, dice el documento y destaca que luego de esta situación “fue de 3.152,9 casos por 100.000 habitantes, lo que equivale a 246 millones de personas”.

“Estimamos 53,2 millones de casos adicionales de trastorno depresivo a nivel mundial en 2020, 682,4 casos nuevos por 100.000 habitantes, con un aumento del 27,6%”, advierte el estudio y señala que las mujeres, con 35,5 millones de casos adicionales (+29,8%), tuvieron un mayor incremento en la prevalencia que los hombres, con 17,7 millones (+24%).

En tanto, en lo que se refiere al trastorno de la ansiedad, los especialistas destacaron que, antes del ajuste por la pandemia, “la prevalencia global estimada era 3.824,9 por 100.000 habitantes, lo que equivale a 298 millones personas”. Sin embargo, tras el surgimiento del Covid-19, esa cifra saltó a “4.802,4 por cada 100.000, equivalente a 374 millones de personas”.

“Estimamos 76,2 millones de casos adicionales de trastornos de ansiedad en 2020″, dijeron los especialistas, número que se traduce en 977,5 casos por 100.000 habitantes; es decir un alza del 25,6% a nivel mundial. Al igual que en la depresión, las mujeres presentaron un mayor aumento, con 51.8 millones de casos adicionales (1.332,1 por 100 000 mujeres - 27,9%), en relación a los hombres, que evidenciaron un incremento de casos adicionales de 24,4 millones (625 por 100.000 hombres - 21,7%).

 “Las mujeres se vieron más afectadas por la pandemia que los hombres por la propensión a las responsabilidades adicionales del cuidador y del hogar debido al cierre de escuelas o al malestar de los miembros de la familia”, además de la “desventaja financiera debida a salarios más bajos, menos ahorros y un empleo menos seguro que sus contrapartes masculinas”, advirtieron los científicos. También resaltaron que, incluso, pudieron ser “víctimas de violencia doméstica, cuya prevalencia aumentó durante los períodos de encierro”.

En lo que respecta a las edades, los investigadores aseguraron que “los grupos de menor edad se vieron más afectados que los de mayor edad para el trastorno depresivo y el de la ansiedad”. “Con el cierre de escuelas y las restricciones sociales más amplias en vigor, los jóvenes no han podido reunirse en espacios físicos, lo que afecta su capacidad para aprender y para interactuar con sus compañeros. Además, los jóvenes tienen más probabilidades de quedar desempleados durante y después de las crisis económicas que las personas mayores”, señalaron.

El desafío sobre la salud mental en la post pandemia
Con este panorama, los especialistas advirtieron la necesidad de implementar “estrategias de mitigación” ante las secuelas que dejará la pandemia, con el objetivo de promover el bienestar mental.

“Las restricciones sociales, los cierres de escuelas y negocios, la pérdida de medios de vida, la disminución de la actividad económica y el cambio de prioridades de los gobiernos en su intento de controlar los brotes tienen el potencial de afectar sustancialmente la salud mental de la población”, explica el documento que suma también a las desigualdades como grandes catalizadores de estos trastornos.

En este tono, los científicos señalaron que la pandemia provocó un escenario de mayor urgencia para la implementación de políticas fortalezcan sus sistemas de salud mental, ya que “no tomar ninguna medida no puede ser una opción”.

Fuente: tn

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