Señales que indican que tu relación de amor se va a pique

NOTICIAS DE INTERÉS Ana COHEN
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Cuando estamos en pareja, ya hay pequeños síntomas o señales que hacen ver que eso no está funcionando y a veces, nos peleamos con nosotros mismos para no ver dichas señales y las dejamos pasar. Ser conscientes de que nos estamos desenamorando va a hacer que tomemos decisiones con respecto a nuestra vida y sentir una menos carga emocional. La pareja es un lugar de dos, y las responsabilidades son compartidas.

Irene López Assor, experta en psicología y autora de ' 10 obstáculos que te impiden ser feliz', desvela algunas de las señales que debemos ser capaces de divisar para evitar que una ruptura próxima nos pille desprevenidos. Eso sí, primero hay que tener en cuenta que en una pareja ya rota «aparecen signos continuos de aburrimiento», ansiedad, depresión e indiferencia, no solo con el otro, también con lo que hacemos en el día a día. «Todo comienza a ser indiferente porque en ese momento nos sentimos indiferentes para el otro y lo extrapolamos al resto de nuestra vida cotidiana», advierte.

Signos ruptura cercana
1. La monotonía. La monotonía es la reina de las señales, y en pareja hay que ser un poquito creativo pero no de manera puntual, sino que casi siempre hay que serlo porque, según Irene López Assor, en una relación monótona es «súper fácil aburrirse» y perder el interés: «La monotonía está en todas las relaciones sociales: con los hijos, la pareja, los amigos, etc. El aburrimiento lleva consigo la desmotivación y, con ello, la búsqueda de nuevos intereses fuera de la pareja».

2. Incumplimiento de expectativas. El incumplimiento de expectativas en la pareja nos lleva a la frustración, y cuando estás en la ruptura, esa frustración se transforma en enfado, ira y rabia. «Esto ocurre porque se tiene, por regla general, una visión romántica y fantasiosa de lo que una pareja te tiene que dar», explica Irene López Assor ( @irenelopezassor). Sin embargo, cuando estás en la realidad, no es ni una cuarta parte lo que recibes... «Imaginas e idealizas a la persona que comparte tu vida, pero con el paso del tiempo eres consciente que no se están cumpliendo las expectativas y en el fondo lo que está saliendo a la luz es cierta inmadurez emocional», dice.

3. Ausencia de gestos cariñosos. A veces, estos empiezan a desaparecer como señal de no haber conectado bien con la otra persona. Muchas veces alguien te encanta al principio, ves algún fallo que por supuesto pasas por alto porque el amor lo puede todo, pero a la larga esos «fallos» hacen que nos alejemos, y lo primero que se nota en ese alejamiento es en los detalles cariñosos: «Cuando antes de decía 'qué guapo estás' y ya no lo dice más es que algo no va como iba antes. Los pequeños detalles que marcan una relación deben estar más en el corazón que en la razón», comenta la psicóloga.

4. Desatención de las necesidades de la otra persona. La pareja es un lugar difícil y complicado, por eso, para salvarla hay que tener un elevado nivel de compromiso. En palabras de Irene López Assor, «la pareja es una vocación ya que implica la aceptación del otro tal y como es, con sus virtudes y sus debilidades, sus éxitos y sus fracasos». Por lo tanto, es un compromiso con la necesidad del otro. Cuando ya no se atiende a estás necesidades básicas, y los individuos que la forman atienden solo a sus necesidades individuales, dejan de lado la unión, al otro, y, claro está, a la necesidad de otro. Comúnmente se dice: cada uno va a los suyo.

5. Descenso de lo que es el contacto corporal. El individualismo en la pareja va a tener como consecuencia un descenso en el contacto corporal, no solo el sexual... «Aquí hablamos de lo meramente cariñoso, y la pareja se convierte en compañeros de piso y es una realidad. No hay contacto físico y mucho menos contacto sexual», apunta la experta.

6. Falta de comunicación. Obviamente y como consecuencia lógica de lo anteriormente dicho, una cosa lleva a la otra, y la falta de comunicación se hará presente en esta pareja que ha dejado de atenderse mutuamente. Según Irene López Assor, la falta de comunicación se va a notar en las pequeñas cosas, se irán callando y un buen día estalla la gran bronca, por lo tanto vas a tener una comunicación basada en la discusión: «Comunicarás desde un lugar que no es el adecuado: desde el enfado».

7. Valoraciones negativas. Y, tal como advierte la experta, desde el enfado perdemos el control y decimos cosas que hieren al otro. Frases de desprecio como: 'estás echando tripa', 'te estás poniendo gordo' o 'no te arreglas' se dan tanto en hombres como en mujeres.

8. Reproches continuos. Y de la valoración negativa en la que están se pasa de manera automática a los reproches continuos; es como empezar con una espiral que no tiene fin. «Frases como: 'no me has llamado', 'no has visto a mi madre', 'no has ido a pasear al perro', 'no has comprado la leche o los huevos que te pedí' harán que las conversaciones entre la pareja van de mal en peor», comenta.

9. Recriminaciones del pasado. «Continuamente se va reprochando el día a día y lo peor es que ya empieza a recurrir a recuerdos pasados, a experiencias de la propia pareja tipo: 'Tú me dijiste que es que yo no soy capaz de perdonarte cuando yo te he perdonado', 'tu que me habías prometido que haríamos x cosas', 'te recuerdo que me dijiste que…'», alerta Irene López Assor. Si la espiral del desamor te ha llevado hasta aquí muy probablemente ya no exista retorno...

10. Intolerantes. Por último, y no menos importante, cuando aparecen las ofensas, las recriminaciones continuas, se entra de cabeza en la fase de la intolerancia y es aquí donde cualquier cosa que la pareja diga se convierte en un drama o se da una interpretación errónea ya que la pareja está muy «quemada» y cualquier cosa es un polvorín. Como dice la experta en psicología Irene López Assor, «no se pasa ni una» y esto hace que la ruptura esté cada vez más cerca.

Fuente: abc.es

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