En primer lugar debemos conocer que el alcohol es el peor aliado cuando las temperaturas son elevadas (en general el alcohol no tiene ningún beneficio para nuestra salud), ya que hace que la temperatura corporal aumente debido a que tienen un efecto vasodilatador, que hace que sudemos más y que a su vez aumenta la diuresis, por lo que si unimos esto a las altas temperaturas nos puede llevar a un golpe de calor que puede fastidiar la fiesta.
Además este mecanismo que tiene el cuerpo de gestionar el alcohol puede convertirse en la pescadilla que se muerde la cola, ya que se puede producir la siguiente secuencia: bebo alcohol, aumenta mi temperatura corporal y la diuresis, me entra más sed y bebo más alcohol. En definitiva puede llegar a ser incluso peligroso.
Otra de las características del alcohol es su alto contenido energético. Mucha gente se sorprende de cómo las bebidas alcohólicas tienen tanta densidad energética, y es que debemos pensar que 1 gramo de alcohol representa 7 Kcal. Por tanto, es importante tener en cuenta que si quieres mantener un peso saludable, no solo hay que tener en cuenta lo que comes, pues lo que bebes también importa.
¿Cuánta energía nos aportan las bebidas alcohólicas ?
La cerveza, que aporta 42 Kcal por cada 100 ml (datos obtenidos de BEDCA), esto viene a ser 138,6 Kcal por 330 ml. Si tenemos en cuenta que no suele consumirse solo una, el aporte calórico al que podemos llegar puede ser importante.
El tinto es otra de las bebidas más solicitadas con el calor, y aquí va a depender si:
Se realiza con gaseosa, que va a ser menos calórica.
O con un refresco de limón, más calórica por contener en su composición mayor contenido en azúcares.
Si analizamos distintas marcas de tinto de verano con refresco de limón o gaseosa, veremos que la energía ronda entre 36 y 43 Kcal por cada 100 ml.
En definitiva, si te quieres cuidar no debes subestimar la energía ni los efectos negativos que puede tener el alcohol para tu salud.