Esta es la diferencia entre comer chocolate por la mañana o por la noche

ALIMENTACIÓN Y SALUD Carola LEVI
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Comer chocolate por las mañanas a partir de los 65 años (mujeres posmenopáusicas) puede ayudar a quemar grasa y reducir los índices de glucemia en este grupo de edad. Esta es una de las principales conclusiones del estudio científico 'Timing of chocolate intake affects hunger, substrate oxidation and microbiota: A randomized controlled trial', dirigido por la catedrática de la Universidad de Murcia, Marta Garaulet y el doctor Frank A.J.L. Scheer, del Brigham and Women's Hospital, y que forma parte de la tesis doctoral de la investigadora Teresa Hernández-González.

Se trata del primer trabajo que estudia en humanos los efectos del chocolate sobre el metabolismo según la hora a la que se toma y la hipótesis de partida, según explica Garaulet, fue que, dependiendo de la hora de la ingesta, el chocolate tendría un efecto diferente sobre el apetito y sobre otros factores relacionados con el peso corporal.

Sin embargo, una de las primeras conclusiones fue que no se produjo ninguna diferencia en el peso o la composición corporal, independientemente de en qué periodo del estudio estuvieran las mujeres que formaron parte de la investigación. Se da la circunstancia de que las mujeres posmenopáusicas tienen un factor de riesgo para la obesidad y tendencia a acumular grasa, pero la ingesta de chocolate diaria durante 14 días, el periodo de control, no les hizo engordar.

Lo que sí sucedió es que tanto si se consumió por la noche o por la mañana disminuyó el hambre y el deseo por el dulce durante el día, lo que supuso una reducción en el consumo total de alimentos de 300 kilocalorías si el chocolate se tomó por la mañana y de 150 kilocalorías si se tomó por la noche. «Estas cifras en ningún caso compensaron las 542 kilocalorías ingeridas con el chocolate, por lo que el efecto de no engordar se debió a otros factores», según indican en el estudio.

¿Es mejor por la mañana o por la noche?
Los investigadores detectaron que si el chocolate se toma por la noche se producen cambios metabólicos como que aumente la actividad física espontánea en un 7% y aumente la disipación del calor tras las comidas en un 1,3% (con la misma cantidad de ingesta se acumula menos energía). También aumenta en este caso la oxidación de carbohidratos en un 35%, lo que significa que el organismo elige en mayor medida los azúcares para obtener la energía necesaria.

Si el chocolate se come por las mañana se observó que se reduce la glucemia en ayudas en un 4,5%, mientras que aumentó la oxidación de las grasas en un 26% y la circunferencia abdominal se reduce en un 2%. En definitiva, tomar chocolate por la mañana ayuda a bajar el azúcar en sangre y promueve la movilización de las grasas del cuerpo. «Estos efectos de tomar el chocolate por la mañana se traducen en la reducción de la cintura, algo que llama la atención especialmente teniendo en cuenta el elevado consumo de kilocalorías que suponen los cien gramos diarios de chocolate que contempla el estudio», explica Teresa Hernández-González.

Por su parte, Marta Garaulet incide en el hecho de que el consumo de chocolate por la mañana haga que se queme más grasa y que por la noche produzca un efecto sobre las reservas de azúcares. «Esto podría ser interesante para la práctica de deporte y la obtención de un mayor rendimiento», afirma.

Un aliado para la microbiota
Tanto el chocolate consumido por la noche como por la mañana influyen además en los perfiles de la microbiota intestinal y su función. En concreto, disminuyen los firmicutes y aumentan las actinobacterias, o lo que es lo mismo, se producen cambios en la microbiota intestinal que podrían reflejar un efecto antiobesogénico; algo que se ha observado especialmente si se come chocolate por las mañanas.

Efecto sobre el sueño
Cuando en el estudio se analizó el sueño y la temperatura corporal se vio que la variabilidad del sueño y la hora de acostarse disminuía al tomar el chocoalte por la noche. Sin embargo, el efecto en el sueño al tomar el chocolate por la mañana fue que aumenta el tiempo dedicado a la siesta. «Teniendo en cuenta que muchos estudios identifican un sueño regular y mayor duración del sueño con menor riesgo de obesidad, esta puede ser una de las explicaciones al hecho de que el consumo de un mayor número de calorías no supusiera engordar y que, en general, derive en cambios metabólicos beneficiosos», explica Frank A.J.L, especialista en cronobiología.

Así se llevó a cabo el estudio
Las conclusiones se obtuvieron tras un estudio cruzado y aleatorio entre mujeres que durante 14 días tomaron chocolate con leche durante la primera hora tras levantarse (mañana), durante otros 14 días lo tomaron durante la hora antes de dormir (noche) y durante otro periodo de otros 14 días no tomaron chocolate, siendo de una semana el descanso entre cada condición experimental.

Las participantes consumieron 100 gramos de chocolate con leche a la hora indicada (lo que supuso 542 kilocalorías extras sobre su dieta habitual).

Se eligió chocolate con leche al ser el más consumido, si bien los investigadores aclaran que el elegido también tiene cafeína, teobromina, polifenoles y taninos, es decir, algunos de los principios activos con efectos antioxidantes beneficiosos propios del chocolate negro.

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