Descubren un extraño y peligroso síndrome postcovid que puede poner en riesgo la vida de los niños

El Síndrome Multisistémico Inflamatorio Pediátrico (MIS-C) es muy poco frecuente y afecta a chicos de entre 8 y 14 años, sobre todo a varones. Produce una inflamación generalizada que puede dañar gravemente los órganos del cuerpo.

SER PADRES Julia VOSCO
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Cuando las aguas parecían calmarse por la efectividad de las vacunas contra el coronavirus en los adultos mayores y el personal médico, aparece un nuevo alerta por un síndrome post COVID-19 que está poniendo en riesgo la vida de algunos chicos en España, Inglaterra, Estados Unidos, Francia e Italia. Hasta ahora se pensaba que los menores, en caso de contraer la enfermedad, no corrían peligro, sin embargo, recientes diagnósticos atípicos advierten sobre la importancia de vacunarlos también.

Pediatras españoles se muestran preocupados por el creciente número de casos de chicos (de entre 8 y 14 años) que, tras haberse infectado con coronavirus, presentaron síntomas graves que desestabilizaron y debilitaron su sistema inmunológico y pusieron en riesgo sus vidas. Se trata de un extraño síndrome denominado Síndrome Multisistémico Inflamatorio Pediátrico (MIS-C) que es muy poco frecuente y que produce una inflamación generalizada en el cuerpo, al punto de atacar severamente a los pulmones, el hígado, los ojos, el cerebro y, sobre todo, el corazón.

Esos síntomas, informaron los especialistas, se presentaron sobre todo en varones (en el 62% de los casos), entre cuatro y seis semanas después de haberse contagiado COVID-19 y aún en casos donde ya no se registraba la presencia del virus en sus organismos. Niños que estaban completamente sanos, caían repentinamente enfermos con elevada y continuada temperatura, inflamación generalizada, entre otros síntomas severos que, en algunos casos, obligaron a los médicos a trasladarlos a unidades de cuidados intensivos. De acuerdo a lo informado al diario El País de España, muchos de los chicos presentaban también ojos rojos, decaimiento, fiebre continuada, náuseas, vómitos y presión baja

“Eran chicos de entre 8 y 14 años que llegaban con un fuerte dolor abdominal y fiebre de varios días”, precisó en ese medio Alberto García-Salido, pediatra de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Niño Jesús en Madrid. “No tenían síntomas respiratorios como los adultos que contrajeron COVID. Lo primero que pensamos fue que se trataba de apendicitis. Después, que se debía a un síndrome inflamatorio por una infección bacteriana”, explicó sobre la aparición de los primeros casos. La realidad es que, en un primer momento, los especialistas supusieron que esos cuadros podían deberse a la enfermedad de Kawasaki, una dolencia de niños sin causa conocida que inflama los vasos sanguíneos. Luego, y tras varios estudios, la Organización Mundial de la Salud anunció la existencia del Síndrome Multisistémico Inflamatorio Pediátrico (MIS-C, en sus siglas en inglés), una nueva y seria afección relacionada con el SARS-CoV-2.

“Estamos ante una afección muy poco frecuente”, advirtió en el diario El País Alfredo Tagarro, pediatra del Hospital Infanta Sofía de Madrid y coordinador del registro pediátrico nacional sobre este nuevo síndrome en España. El especialista analizó junto a su equipo casos de menores con esos cuadros, registrados en 52 hospitales españoles. Según constató, desde el comienzo de la pandemia, se detectaron unos 90 casos de MIS-C en ese país (dos terminaron en fallecimientos), lo que supone el 0,02% de todas las infecciones registradas en personas de entre 0 y 18 años.

De acuerdo a lo expresado por Tagarro, “el MIS-C es la complicación pediátrica más grave relacionada con el coronavirus” que se ha registrado en esta pandemia y la principal causa de ingreso de niños en terapia intensiva. En ese sentido, alertó: “En el MIS-C, la respuesta inmune innata de los niños frente al virus es defectuosa. En lugar de atacarlo de forma efectiva, el organismo produce una inflamación generalizada que puede afectar los pulmones, el hígado, los ojos, el cerebro y, sobre todo, el corazón. Es posible que el virus se quede acantonado en algún órgano y resurja pasadas unas semanas de la infección. En general, y un mes después del contagio, solo el 15% de los niños tiene un PCR positivo. Sin embargo, entre aquellos con riesgo de MIS-C, ese porcentaje se eleva al 45%”.

Por su parte, Cinta Moraleda, pediatra del Hospital 12 de Octubre de Madrid y colíder del estudio en cuestión, reveló en el El País que el periodo de latencia entre la infección y la llegada del síndrome “es muy variable”: los síntomas pueden aparecer hasta cuatro meses después del momento de la infección por COVID. “Estamos intentando averiguar por qué sucede esto, cuál es el mecanismo inmunológico. Por el momento, pensamos que la infección por SARS-CoV-2 funciona como el gatillo de un arma que dispara la respuesta inmune en pacientes que tienen una predisposición”, aseveró.

Según lo informado por los especialistas que participaron del estudio, este síndrome es muy peligroso y puede terminar con la vida de los menores, lo que abre el debate sobre la importancia de vacunar también a los niños. Los médicos lo tratan con corticoides -para sofocar la respuesta inmune exacerbada- y con inmunoglobulina intravenosa, que contiene anticuerpos. En la mayoría de los casos, aclararon los expertos, los pacientes responden bien a los tratamientos.

Por último, Federico Martinón Torres, pediatra Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, asoció este síndrome con las complicaciones físicas poscovid que presentan en general las personas de riesgo, como los adultos mayores y quienes padecen obesidad y diabetes. “La situación fue mucho peor en la primera ola que en la segunda y en la tercera. Ahora ya andamos con la mosca detrás de la oreja. No obstante, aunque se trate de un síndrome muy poco común, esto pone de relieve la importancia de vacunar también a los niños”, concluyó el especialista.

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