Siete alimentos que destierras para no engordar sin saber que te equivocas

La creencia popular ha colgado a algunos alimentos la etiqueta de «prohibido», bien porque su consumo supone un exceso de calorías o bien por su contenido de grasa, pero su composición, cargada de nutrientes beneficiosos, dice todo lo contrario

NUTRICIÓN Julia VOSCO
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Tras descuidar la alimentación durante las vacaciones con un mayor de consumo de bebidas alcohólicas (sobre todo cerveza, vino o tinto de verano); más helados y dulces, más snacks, tapeo o aperitivos poco saludables y una mayor cantidad de platos precocinados o de «fast food» algunas personas deciden ponerse «a dieta» por su cuenta retirando los alimentos que consideran más calóricos o que más engordan. Sin embargo, tal como explica Andrea Hernangómez, experta en nutrición y dietética de nutritienda.com para bajar de peso lo más importante no es prohibir unos determinados alimentos sino «tener buenos hábitos alimenticios y unas rutinas saludables en el día a día». Además, los expertos afirman que la fama de «engordar» que suelen tener algunos alimentos calóricos no solo no está justificada, sino que se suele prejuzgar su efecto sobre el organismo sin tener el cuenta el «cómo», el «cuánto» y el «cuándo».

Uno de los ejemplos más claros es el de los frutos secos. Aunque son calóricos, son alimentos valiosos desde el punto de vista nutricional pues contienen fibra, vitaminas, minerales y grasas saludables. Algunas personas los intentan evitar por temor a engordar pero lo cierto es que, tal como propone Hernangómez resultan una alternativa saludable para comer entre horas.

Estos son algunos de los alimentos que más se suelen evitar, a pesar de que su aporte de nutrientes y de grasas saludables hacen que resulte en realidad una opción saciante y nutritiva que, lejos de engordar, contribuyen a equilibrar la dieta.

1. Pistachos

La creencia popular califica al pistacho como el fruto seco más calórico, pero esto no es así. El pistacho, originario de Asia y conocido desde hace miles de años, es un fruto seco relevante a nivel nutricional. Contiene vitamina E (conocida por su poder antioxidante), así como vitaminas A, C, B1, B6 y B9. Además, es rico en magnesio, potasio, hierro y fibra. Con aproximadamente 590 Kcal/100g tiene menos calorías que los piñones, las avellanas, las nueces y las almendras. Puede ser además un gran aliado de los deportistas que quieran aumentar su rendimiento muscular, según afirma Andrea Hernangómez, ya que es rico en arginina, aminoácido que favorece la vasodilatación y la síntesis de óxido nítrico, lo que facilita el aporte de nutrientes a nuestras células, siendo indispensable en la recuperación muscular. También, al ser rico en fibra produce un efecto saciante y prolongado, por lo que colabora en el control de peso, por lo tanto, si uno come varias veces a la semana pistachos reduce la probabilidad de picar entre horas los alimentos procesados y ricos en azúcares que favorecen el aumento de peso.

2. Aguacates

El aguacate es el mejor ejemplo de la necesidad de aprender a ver las propiedades de un alimento mucho más allá de las calorías que pueda aportar. Es cierto que se trata de un fruto bastante calórico, 230 kcal por 100 gramos, pero tiene un alto valor nutricional. Los nutrientes que más destacan son la grasa, pero la denominada «grasa buena monoinsaturada», como el ácido oleico; y la fibra. Gracias a estos dos aportes, el aguacate es un alimento perfecto para mejorar la salud cardiovascular ya que contrbuye a reducir el «colesterol malo».

Destaca por su contenido en magnesio, potasio, vitaminas del grupo B y la antioxidante por excelencia, la vitamina E. Así que, aunque sea una comida con alto nivel calórico es una buena alternativa a las grasas saturadas.

3. Aceitunas

Las aceitunas contienen elementos ricos en antioxidantes naturales, que contribuyen a inhibir la oxidación de los lípidos, promoviendo la relajación vascular y prevención de la arteriosclerosis. Además, según explica la experta de nutritienda.com protegen el aparato digestivo ya que el ácido oleico impide liberar péptidos y hormonas inhibiendo la secreción de jugos gástricos y con ello de ácido clorhídrico, esto evita el síndrome de hipersecreción ácida y las úlceras gástricas y duodenales.

Son una fuente de hierro y sodio, vitaminas A y C que mejoran nuestras defensas, también son altamente saciantes y ayudan a mantener el peso ya que contienen pocas calorías y tienen un alto aporte de fibra.

4. Salmón

A pesar de su fama de ser un pescado calórico, en realidad el salmón es bajo en grasas no saludables y en calorías. Eso sí, a la hora de consumirlo se aconseja hacerlo cocinado al horno, al vapor o a la plancha. Es rico en proteínas de alto valor biológico y en ácidos grasos esenciales para la salud. Aporta vitaminas (las liposolubles A y D) y del grupo B, así como y minerales (incluyendo potasio, selenio). Pero es su contenido de ácidos grasos omega-3 lo que le aporta más valor. De hecho, el consumo de salmón con regularidad puede ayudar a reducir los factores de riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.

Algunos estudios sugieren que reduce los síntomas depresivos, la ansiedad y la pérdida de memoria relacionada con la edad y que puede llegar a mejorar el ánimo gracias a su contenido en triptófano

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