Cuatro de cada 10 argentinos subieron de peso durante la pandemia

Los datos son de la consultora Ipsos Argentina. Los expertos señalan el “mayor riesgo” que tienen las personas con sobrepeso frente al COVID-19.

ALIMENTACIÓN Y SALUD Carola LEVI
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Uno de los nuevos hábitos que llegó junto con la pandemia es el del sedentarismo, y dejó sus consecuencias: fuerte aumento de casos de sobrepeso y obesidad.

Estos factores fueron advertidos por la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN). “En una situación de cuarentena, las opciones se reducen, aumenta el estrés, acecha la rutina y se está siempre cerca de los alimentos”, dice un comunicado difundido por la SAN.

En una encuesta realizada en 30 países, el 40 por ciento de los participantes a nivel local admitieron haber ganado peso desde el inicio de la crisis sanitaria, por encima del promedio global.

El sondeo fue realizado por IPSOS ,entre fines de octubre y principios de noviembre, e incluyó a 22.000 consultados de 16 a 74 años, de los cuales 500 eran de la Argentina. El trabajo se llama: “Dieta y Salud Bajo el COVID-19″.

A nivel global, el 31% de los encuestados admitió haber sumado kilos. Sudamérica encabezó el ranking, con Chile (52%) y Brasil (51%) en primer y segundo lugar, y Argentina en el quinto (40%).

Entre los consultados de todo el mundo que dijeron haber ganado peso (6.296), la media global fue de 6,1 kilos. Argentina, con 7,9 kilos, se ubicó en tercer lugar detrás de México (8,5) y Arabia Saudita (8).

El factor emocional también vuelve a presentarse como uno de los agravantes del sobrepeso, donde la ingesta de alimentos puede responder a sentimientos de tristeza, ansiedad, frustración e, incluso, aburrimiento.

“El consumo de fructosa, glucosa, sacarosa, almidones, que son los carbohidratos más comunes, tiene un gran potencial para permitir que los virus ingresen a las células. Si se tiene el sistema metabólico enfermo, se va a tener un sistema inmune más vulnerable”, advierte a Con Bienestar el nutricionista Diego Cáceres (M.N. 7.607), máster en tecnología de alimentos.

El aumento de la grasa corporal se basa en el desbalance energético. Si por un tiempo prolongado se consume más calorías de las que se gastan, esas extra se van a acumular como tejido adiposo o graso.

“Un cuerpo con 10, 20 kilos demás ya tiene un nivel de grasa superior a la masa muscular. Es un cuerpo que ya está en inflamación, y genera un problema porque la grasa comienza a ingresar al músculo, a los huesos y libera más de 30 sustancias inflamatorias”, detalla el nutricionista.

Para disminuir el tejido adiposo es necesario una alimentación sana, adecuada al metabolismo de cada persona, con buen aporte de proteínas, frutas, verduras, cereales integrales y legumbres.

“Mi consejo es nivelar la vitamina D, suplementar con magnesio, incorporar vitamina C, aumentar el consumo de zinc y sobre todo mejorar el consumo de grasas buenas. Eliminar los aceites fritos, los alimentos industrializados y los panificados”, enumera cáceres.

Incorporar el hábito del ejercicio físico para mantener la masa muscular es una recomendación extra adecuada. Así, se obtienen beneficios a nivel cardiovascular, mental e inmunológico

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