Qué comer si tienes sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado

El SIBO o sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado cada vez está más presente en las consultas nutrición.

ALIMENTACIÓN Y SALUD Julia VOSCO
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Y es que parece que las patologías relacionadas con la microbiota cada vez toman una mayor visibilidad, ya sea por una mayor incidencia de los casos o por mayor conocimiento de los profesionales a la hora de diagnosticarlas.

Si sientes hinchazón o distensión abdominal, si sufres estreñimiento o diarreas, si tienes gases constantemente, pinchazos en el estómago, debes empezar a valorar si sufres una patología digestiva.

Por un lado en consulta vemos los pacientes que vienen por otra cuestión concreta (que nada tienen que ver con una patología intestinal) y te cuentan que tienen una sintomatología (gases, distensión abdominal, diarreas), a la cual no le dan importancia porque llevan mucho tiempo conviviendo con ella y ya se han acostumbrado y por otra parte están los pacientes que vienen ya desesperados de un largo peregrinaje de profesionales que en muchas ocasiones no les dan respuesta ni solución a su malestar. El SIBO viene de las siglas: Small – Intestine – Bacterial – Overgrowth y como su nombre indica se refiere a un crecimiento en exceso de bacterias en el intestino delgado proximal.

Puede aparecer por múltiples causas: cirugías, distintas enfermedades intestinales, por un déficit de ácido gástrico, bilis o enzimas digestivas, por un consumo excesivo de medicamentos inhibidores de la bombas de protones (como el omeprazol), o gastritis y disminución de la motilidad intestinal, entre otras

Por lo que si sospechas que te está pasando a ti, la mejor opción será acudir a un médico digestivo con el fin de diagnosticar si este es el problema. Su diagnóstico se puede realizar de manera muy sencilla mediante (entre otros) un test de aire espirado que fácilmente nos puede sacar de dudas. Tras la administración de lactitol o lacturosa, se mide el hidrógeno y metano espirado, para comprobar si existen bacterias en el intestino delgado que puedan estar fermentando la lacturosa.

En el caso de dar positivo el tratamiento se fundamenta en tres pilares básicos:

Terapia farmacológica: mediante la administración de antibióticos de amplio espectro para conseguir una remisión del SIBO.
Dieta baja en FODMAPs, que es una dieta baja en alimentos fermentables y que por tanto nos ayudará a disminuir la probabilidad de sobrecrecimiento bacteriano.
Tratamiento con probioticos, prebioticos y simbioticos para tratar de desplazar las cepas patógenas y conseguir una población de bacterias sanas.
Claro está que también se debe indagar la causa principal por la que se ha producido para que no vuelva a ocurrir.

Todavía es necesaria más investigación acerca del SIBO, de cómo mejorar su diagnóstico, su tratamiento y prevención con el fin de mejorar la calidad de vida de los pacientes que lo sufren y evitar posibles complicaciones, como puede ser la malabsorción de nutrientes y por tanto carencias nutricionales.

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