Cómo evitar intoxicaciones antes, durante y después de las comidas de las fiestas

La contaminación cruzada y la mala conservación de los platos puede arruinarnos el fin de año. Cómo cuidarnos.

ALIMENTACIÓN Y SALUD Julia VOSCO
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Más allá de las posibles molestias provocadas por los atracones, otro de los grandes problemas de las fiestas de Navidad es la elaboración de las comidas y las sobras que quedan para los días siguientes. Es importante vigilar bien la preparación de los platos, así como el envasado posterior para no sufrir una intoxicación alimentaria que nos arruinaría la celebración de año nuevo y despedir este desafiante 2020 de la mejor manera posible.

La intoxicación alimentaria se puede desatar tanto por una preparación inadecuada de los alimentos, como una mala conservación de los platos mientras están servidos en la mesa o si se guardan de forma inapropiada. Si no tomamos los recaudos pertinentes, podemos darle la bienvenida a vómitos, diarrea, fiebre, deshidratación, sudores, escalofríos y dolor de estómago que nos van a acompañar, quizás, hasta el 2021.

Para preparar la comida hay que chequear la calidad de los ingredientes que se van a usar. Tanto si son frescos como envasados, debemos fijarnos en qué condiciones se encuentran: aroma, textura y fecha de elaboración. “La mayoría de los casos de intoxicación alimentaria se da a raíz de bacterias, parásitos o virus que se encuentran en el alimento en mal estado”, advierte a Con Bienestar Teresa Cóccaro, Licenciada en Nutrición (M.N. 5705).

Para la preparación de las comidas:

1-Lavar con agua potable los alimentos con cáscara (frutas, verduras o huevos) para sacarles tierra, suciedad, bacterias o pesticidas.
2-No dejar alimentos refrigerados más de una hora fuera de la heladera porque pierden la cadena de frío.
3-No enjuagar la carne cruda de ave antes de cocinarla porque puede salpicar gérmenes alrededor de la pileta, lo que contaminaría los utensilios de cocina que se van a usar.
4-Mantener bien refrigeradas las carnes crudas (blancas y rojas). Es aconsejable descongelarlas de a poco en la heladera, microondas (si se las va a cocinar inmediatamente), o como parte de la cocción, porque acelerar el proceso o dejarlo a temperatura ambiente puede generar que proliferen bacterias.
5-Evitar la reutilización de pan rallado, harina o adobos que tuvieron contacto con productos crudos.
6-Separar los utensilios que se usan para las carnes crudas, como tablas de cortar, platos o cuchillos.
7-No consumir la mezcla de la torta, porque contiene huevos sin cocinar y podría derivar en una infección por salmonella u otras enfermedades bacterianas.
8-Lavarse las manos y limpiar los utensilios en cada paso de la receta.

Los cuidados no terminan ahí. A la hora de servir los platos, también es importante tener en cuenta algunas directrices, sobre todo para mantener la temperatura adecuada de los alimentos ya preparados:

Servir cada plato con utensilios o cubiertos separados.
Guardar los platos a la temperatura a la que se deben servir. Esto incluye dejar en el horno o bien tapadas aquellas preparaciones que se sirven calientes porque recalentar muchas veces puede echar a perder una comida en su totalidad.
Mantener en la heladera las preparaciones refrigeradas. Lo ideal es poner en cada plato lo que se vaya a consumir y luego guardarlo. Los alimentos de origen lácteo son los más importantes ya que la cadena de frío suele cortarse a las dos horas de no mantener su temperatura ideal.
Si se trasladan alimentos de un domicilio a otro, asegurarse de que estén tapados y no permanezcan más de 2 horas a temperatura ambiente.
Evitá colocar juntos los alimentos calientes con los que requieran refrigeración.
Los sándwiches son una opción fácil y habitual, pero los aderezos hay que colocarlos en el momento de su consumo.
Prestar especial atención a algunos alimentos específicos. En el caso de las tortillas, hay que asegurarse de que el huevo esté bien cocido. Hay más riesgo de contaminación con la carne o el pescado crudos como el sushi, la hamburguesa poco cocida, el marisco y las salsas.

Lo que queda, manjar para el día después
Suele suceder que nos emocionamos a la hora de cocinar en las fiestas de Navidad y, luego, sobra mucha comida. Para que la intoxicación alimentaria no suceda en los días sucesivos a la reunión familiar, es bueno también tomar nota de algunos consejos:

Al guardar la comida que sobra, evitar el contacto entre alimentos crudos y cocidos.
Mantener las comidas bien protegidas en envases o recipientes plásticos o de vidrio, si son herméticos mejor. Si no tienen tapa, se deben dejar bien recubiertos y sellados con papel aluminio.
Las sobras no deben guardarse en la heladera durante más de tres días ni tampoco recalentarse más de una vez. Esto es fundamental sobre todo en alimentos como salsas, cremas y rellenos.
Al recalentar los alimentos, estos deben alcanzar como mínimo 75ºC.
Distribuir los alimentos en la heladera, colocando los crudos en la parte inferior, y los listos para consumo en la parte superior.
Hay que tener en cuenta que se deben reforzar los cuidados en el caso de personas de mayor riesgo como embarazadas, chicos, ancianos y enfermos. En el caso de experimentar alguno de los síntomas de intoxicación, es vital ir lo antes posible a una guardia.

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