¿Los suplementos de vitamina D pueden reducir el riesgo de infección por coronavirus?

¿Los suplementos de vitamina D reducen el riesgo de infección por COVID-19?

SALUD Julia VOSCO
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La vitamina D es necesaria para el correcto funcionamiento del sistema inmunitario
Mantener unos niveles adecuados de vitamina D es imprescindible para la salud. Para conseguirlos de manera natural, la fuente principal es la exposición controlada al sol, que ayuda a nuestro cuerpo a sintetizarla (aunque también podemos lograrlo a través de la dieta). Como explica a Maldita Ciencia Nathalie Beaucourt, biotecnóloga ambiental experta en producción de vitamina D2, existen dos tipos de vitamina D: la D3, presente en los tejidos animales (huevos, salmón, atún...) y que se activa con la luz solar; y la D2, presente en tejidos vegetales (champiñones, setas shiitake...). "Ambas dan lugar a la 25-hidroxivitamina D que es la que se suele medir en el torrente sanguíneo y, tanto el defecto como el exceso, pueden tener efectos en la salud", indica la experta.

La vitamina D es la encargada de fijar el calcio al hueso y evitar posibles enfermedades como la osteoporosis, el raquitismo o la osteomalacia (reblandecimiento de los huesos). Las investigaciones han asociado su déficit con el riesgo de sufrir algunos tipos de cáncer y complicaciones cardiovasculares. También con problemas del sistema inmunitario.

De hecho, algunos meta-análisis (de los que os hablamos más abajo) muestran que el déficit de vitamina D se asocia a un mayor número de infecciones porque tiene un papel en la activación del sistema inmune, aunque todavía hace falta más estudio al respecto.

"La vitamina D se necesita para que la respuesta de nuestro sistema inmunitario sea adecuada. Sobre todo se ha intentado relacionar con las infecciones agudas de vías respiratorias", explica a Maldita Ciencia Carlos Ortega Millán, médico de familia del Área Sanitaria Norte de Córdoba. "A pesar de ello, todavía no existe un soporte científico que pueda dar veracidad a que los suplementos de vitamina D nos sirvan para prevenir o tratar infecciones y, de hecho, no existe autorización sanitaria en este sentido", añade.

¿Y qué pasa si existe déficit de vitamina D?
En caso de que nuestra alimentación no cubra los requerimientos de vitamina D y no podamos garantizar que nuestro organismo reciba la suficiente luz solar para sintetizarla por sí mismo, es probable que presentemos un déficit de esta vitamina: unos niveles por debajo de los considerados saludables.

"Normalmente se tiene defecto durante los meses de menos luz, en invierno, que coincide con la época de catarros y gripes. Es entonces cuando hay que incrementar los alimentos ricos en vitamina D y tomar el sol [de forma controlada] en las horas centrales del día", recuerda Beaucourt y añade que, si con esto se sigue teniendo déficit y siempre bajo diagnóstico profesional, es cuando habría que suplementar.

"Está demostrado que existe déficit de vitamina D en la población general, incluidos países con muchas horas de sol, como el nuestro, debido a una ingesta deficiente", indica a Maldita Ciencia Pepe Alcamí, virólogo del Instituto de Salud Carlos III.

La relación entre la vitamina D y la COVID-19
En relación a los estudios que sugieren que existe un incremento en el número de infecciones respiratorias (en general) en pacientes con déficit de vitamina D, Alcamí opina que "en ocasiones es difícil saber si los bajos niveles de vitamina D son causa o consecuencia de la infección".

"Con respecto a la COVID-19, la epidemia llegó en invierno, cuando los niveles de vitamina D son más bajos; pero en verano no ha disminuido la tasa de infectividad del virus", recuerda el virólogo. "Puede parecer paradójico que en países nórdicos como Noruega la incidencia de infección haya sido menor que en España o Italia; pero, en realidad, en esos países los suplementos de vitamina D son más sistemáticos, y no es así en España, donde tenemos un déficit general en los niveles de vitamina D".

"Tras el confinamiento, algunas autoridades sanitarias han recomendado tomar suplementos de esta vitamina, pero no con el objetivo de frenar la infección por SARS-CoV-2, sino para compensar el déficit nutricional agravado por la escasa exposición al sol", señala.

La recomendación, por lo tanto, si tenemos déficit de esta vitamina es recurrir a un profesional médico que, en función de nuestras circunstancias, valore qué suplemento sería el ideal. Además, si estamos dentro del rango requerido de vitaminas, tomar más no hará que nuestro organismo funcione mejor. De hecho, el exceso de vitamina D (toxicidad por vitamina D) puede ser perjudicial (náuseas, vómitos, falta de apetito, estreñimiento, debilidad, pérdida de peso, daño en los riñones...).

Ningún suplemento ni vitamina cura o previene la COVID-19
Por el momento, no hay evidencia de que ninguna medicina, vitamina o suplemento actual pueda prevenir o curar la COVID-19. La información de la que disponemos permite permite señalar medidas que reducen el riesgo (mascarillas, distancia social, lavado de manos...), pero ninguna incluye tomar suplementos de vitaminas. Con lo que sí contamos es con algunos estudios y documentos que analizan la relación entre la vitamina D, las infecciones respiratorias en general y la infección por COVID en concreto.

En palabras de Ortega, todavía no existe evidencia científica de que la toma de suplementos de vitamina D (sin tener déficit de la misma) se pueda utilizar para prevenir o tratar el COVID-19. Por su parte, Carmen Delgado Canencia, científica del Instituto de Investigaciones Biomédicas Alberto Sols (Madrid), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), señala que lo propuesto es que la vitamina D pudiese tener efectos protectores contra el COVID-19 por su conocida actividad inmunomoduladora y antiinflamatoria y "por prevenir la tormenta de citoquinas y el subsiguiente síndrome de distrés respiratorio agudo, que es la principal causa de la mortalidad".

Según este informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la relación de la vitamina D con la prevención de infecciones respiratorias en general, "la suplementación con vitamina D para prevenir infecciones del tracto respiratorio no se hace de manera rutinaria". "Para que esta intervención fuera efectiva, tendría que hacerse de forma continuada, antes de que empiece la infección respiratoria". 

Este estudio publicado en la revista científica JAMA Network Open en septiembre de 2020; y este otro, publicado en el Journal of Endocrinological Investigation en agosto de 2020, apuntan que "la vitamina D fortalece la inmunidad innata, por lo que podría disminuir la infección y transmisión de COVID-19" y que "la deficiencia de vitamina D podría estar relacionada con el riesgo de sufrir una COVID-19". Aún así, los autores señalan que hacen falta más ensayos clínicos aleatorios para determinar si reducir la deficiencia de vitamina D podría, a su vez, minimizar la incidencia de infección por SARS-CoV-2. En ningún momento recomiendan la suplementación en la población general.

Este artículo publicado en The Lancet señala que, a la espera de futuros ensayos, "no parecería controvertido promover los esfuerzos para lograr ingestas de nutrientes de referencia de vitamina D". Por su parte, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) indican aquí (actualizado el 17 de julio de 2020) que se desconoce el papel de la suplementación con vitamina D en la prevención o el tratamiento de COVID-19. 

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