¿Qué diferencia hay entre un huevo blanco y uno de cáscara oscura?

El tamaño de los huevos o su procedencia no influye en sus propiedades nutricionales ni en su sabor

ALIMENTACIÓN Y SALUD Carola LEVI
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Hay muchos mitos alrededor de los huevos: que si es malo comer uno al día, que si sube el colesterol... pero nada más lejos de la realidad. Con el huevo nos encontramos ante un alimento que nos aporta muchísimos nutrientes, así como proteínas de alta calidad. «El huevo es rico en proteínas de alto valor biológico, es decir, contiene todos los aminoácidos esenciales, y en grasas de calidad. También nos aporta todas las vitaminas, a excepción de la vitamina C. Es muy rico en vitamina E (antioxidante) y vitamina A», explica la dietista-nutricionista Lucía Rodríguez . Es por ello, que nos encontramos con un alimento que debemos incluir en nuestra dieta de manera regular-

La experta menciona la «mala fama» que se le atribuye por su contenido en grasa y colesterol: «Es cierto que el consumo de huevos aumenta el colesterol, pero el HDL, es decir, el colesterol bueno, y disminuye el riesgo a sufrir enfermedades cardiovasculares». Por su parte, Sandra López , dietista-nutricionista de Alimmenta, menciona otros beneficios para nuestra salud que tiene el huevo, pues la acción antioxidante de algunas vitaminas y oligoelementos del huevo ayuda a proteger a nuestro organismo de procesos degenerativos como el cáncer o la diabetes, así como de las enfermedades cardiovasculares. «También, es una de las principales fuentes de colina, un nutriente esencial para el desarrollo y el normal funcionamiento de nuestro organismo, así como contiene luteína y zeaxantina, con efectos protectores frente a la degeneración macular», desarrolla la nutricionista.

A la pregunta de cuántos huevos podemos comer a la semana, Sandra López se remite a la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC): recomiendan el consumo de tres o cuatro huevos a la semana, para así dejar lugar a otros alimentos proteicos como el pescado, marisco y carne blanca tipo pollo, pavo o conejo, también necesarios en nuestra alimentación.

Podemos encontrar tanto huevos de cáscara oscura como clara, así como también huevos de distintos tamaños. Ambas nutricionistas apuntas que no hay diferencia nutricional, ni entre los huevos de distinto color, ni en los de menor o mayor tamaño.

Tamaño de los huevos
Pequeños (S): menos de 53 gramos
Medianos (M): entre 53 y 63 gramos
Grandes (L): entre 63 y 73 gramos
Supergrandes (XL): de 73 gramos o más

Otra diferenciación que encontramos en los huevos es su origen y manera de «crianza». Esto podemos determinarlo mirando el «código de barras» que tiene cada huevo impreso. Explica Lucía Rodríguez que, si compramos huevo ecológico, el primer dígito debe ser «0». El «1» indica que las gallinas son camperas, el «2» que son criadas en suelo y el «3» en jaula.

Si hablamos de los huevos ecológicos, estos son aquellos que proceden de gallinas que se han criado al aire libre y sobre tierra, al igual que las gallinas camperas. «En lo que a alimentación del animal se refiere, las gallinas se alimentan con materias primas que proceden de la agricultura ecológica y tampoco se utilizan químicos (excepto aquellos que el reglamento autoriza). Es decir, se respetan los ciclos de las gallinas y los momentos de puesta», explica Lucía Rodríguez.

Si hablamos de si alguna variedad de huevo es más saludable que otra, ambas nutricionistas coinciden en que todos los huevos son iguales. En sí, se recomienda su consumo en general, y tal como explica Sandra López, se dice que es mejor priorizar las variedades ecológicas o las camperas, «no solo por su posible diferenciación nutricional u organoléptica, sino también por la contribución a humanizar en mayor grado la cadena productiva alimentaria».

También, comenta la nutricionista que la calidad objetiva del huevo viene determinada por su frescura: «No depende del color de la cáscara o de la yema, del tamaño o del sistema de producción: estos son solo factores subjetivos de calidad, que reflejan las preferencias personales de cada consumidor». Su recomendación final, por tanto, es comprar solo huevos correctamente marcados y etiquetados, y guárdalos en el frigorífico después de la compra, para garantizar su frescura hasta la fecha de consumo preferente.

Cómo saber si un huevo está fresco
Para comprobar si un huevo está fresco o no, explica la nutricionista Lucía Rodríguez que podemos hacerlo metiendo el huevo con cáscara en un vaso con agua. «Si el huevo cae hasta el fondo es que está fresco», explica y añade que además, al abrir un huevo fresco, «la clara no debe expandirse por el plato (debe ser gelatinosa y no líquida), y el color de la yema será anaranjado brillante (cuanto más intenso mucho mejor)».

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