Sexualidad femenina: cómo evitar los gases vaginales

Se producen cuando entra aire en el conducto fibromuscular. Pueden sonrojarnos, pero son normales.

SEXUALIDAD Carola LEVI
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Son varios los factores que producen los gases vaginales. Influyen la postura del cuerpo, el ritmo de los movimientos y la intensidad de relaciones sexuales. No es motivo para alarmarse ni para sentirse mal, porque es algo natural.

“En algunos casos, los gases vaginales son un síntoma que nos indica que nuestro suelo pélvico está débil. La abertura vaginal y la vagina están más abiertas, y es más fácil que en alguna situación entre aire, y que al realizar un esfuerzo, o con las relaciones sexuales, ese aire salga produciendo el ruido de un gas”, explica Silvina Valente (M.N. 87.798), especialista en ginecología, obstetricia y sexología.

“La debilidad del piso pélvico puede ocurrir luego de los embarazos o por sobrepeso”, agrega la experta del Hospital de Clínicas.

Durante el coito, también puede pasar que el aire quede atrapado en la vagina y genere esos gases. Ocurre porque las paredes vaginales están húmedas y forman una especie de sello entre ellas. Los gases vaginales se pueden “escapar” durante la penetración o cuando la vagina está totalmente distendida y relajada.

“Tiene que quedar claro que no se trata de un problema fisiológico. Es esencialmente un reflejo corporal. Hay que aceptarlos como algo habitual y seguir experimentando de forma plena las relaciones sexuales.”, explica la especialista e insiste en que este tipo de gas corporal no produce un olor desagradable, ya que no proviene del intestino.

Algunas “ayuditas” para evitar los gases vaginales

Hacer ejercicios de suelo pélvico para reforzar los músculos débiles que hay en el interior de la vagina.
Usar un lubricante puede ayudar a que ingrese menos aire a la cavidad donde podría acumularse.
Probar posturas diferentes. Evitar el uso frecuente de posiciones que permitan la penetración del hombre por detrás, ya que éstas hacen que entre mayor cantidad de aire en la vagina.
“No hay que enfocarse en si se emiten o no ruidos durante el sexo, porque lo único que provoca es que no se goce en la intimidad”, sugiere Valente.

Cómo ejercitar el suelo pélvico
Entrenar los músculos del piso de la pelvis con ejercicios de Kegel ayuda a tenerlos más preparados para la acción y además permite regular la dilatación o la estrechez de la vagina. En el hombre, los ejercicios de Kegel permiten controlar la eyaculación.

Se pueden realizar estando acostada o sentada, tres veces al día. Es necesario localizar el suelo pélvico, una manera es imaginar que se está orinando y luego sentir que se contiene la orina. Luego tensar y contar de tres a cinco segundos. Tratar de hacer por lo menos tres series de 10 a 15 repeticiones al día.

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