Disfunción eréctil: el riesgo de no controlar la hipertensión

Una cardióloga recomienda estar atentos a la presión y su influencia en la sexualidad. El problema puede "afectar el nivel de satisfacción".

NOTICIAS DE INTERÉS Carola LEVI
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La hipertensión arterial es una enfermedad prevalente que no da síntomas. Es el principal factor de riesgo para mortalidad cardiovascular y afecta casi a la mitad de la población adulta. Pero hay otro aspecto en el que puede actuar: la sexualidad.

"Aunque es poco probable que la actividad sexual represente un peligro inmediato para la salud, como un infarto o un ACV, la presión arterial alta podría afectar en la satisfacción general en materia sexual", explica a Con Bienestar la doctora Judith Zilberman (M.N. 82.159), especialista en cardiología e hipertensión arterial.

Está demostrado -continúa la cardióloga- que existe una conexión entre la hipertensión y los problemas sexuales en los hombres. En el caso de las mujeres, es "conocida la disminución en su satisfacción sexual, en especial luego de la menopausia", aunque aún no se comprobó la relación directa con la hipertensión.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define así a la disfunción sexual: "Son las diversas formas en que un individuo no puede participar en una relación sexual como desearía". Esta situación lleva a la falta de satisfacción con la vida, sus relaciones y los estados de ánimo.

"La mayoría de los investigadores actualmente están de acuerdo en que estos trastornos pueden ser el resultado de factores vasculares, psicológicos, hormonales, neuronales o fisiológicos", indica la doctora. "Tan solo un episodio puede causar ansiedad", agrega.

La hipertensión es un trastorno en el que los vasos sanguíneos tienen una tensión persistentemente alta, lo que puede dañarlos, según la OMS.
La asociación entre el factor fisiológico, la presión arterial y la disfunción eréctil en hombres hipertensos "sigue siendo poco clara", aunque diversos estudios informaron que "más de dos tercios de quienes tienen hipertensión arterial la sufren". Además, algunos fármacos utilizados en el tratamiento de la hipertensión pueden generarla.

Efectos en las mujeres
La hipertensión arterial puede afectar la vida sexual de la mujer también. "En ciertos casos, genera reducción del flujo sanguíneo en la vagina, que provoca una disminución del deseo sexual, de la excitación, sequedad vaginal o dificultad para llegar al orgasmo", describe Zilberman.

Al igual que los hombres -continúa la especialista- las mujeres pueden sufrir ansiedad y problemas en las relaciones debido a la disfunción sexual. Si bien lo manifiestan con menor frecuencia, es importante realizar la consulta médica si presentan estas dificultades.

Antihipertensivos
Los medicamentos que se toman para la hipertensión, en algunos casos, producen efectos secundarios sexuales. En altas dosis, los diuréticos, por ejemplo, reducen el flujo sanguíneo del pene, lo que dificulta lograr una erección.

"Asímismo, pueden disminuir los niveles plasmáticos de zinc, que son necesarios para producir la hormona sexual masculina llamada testosterona", advierte Zilberman. "Los betabloqueantes, llamados de la vieja generación, como el propranolol o atenolol, se asocian frecuentemente con la disfunción sexual, también con el consumo de dosis elevadas".

Para reducir el riesgo de presentar efectos secundarios con estos medicamentos, la especialista sugiere tomarlos exactamente como los haya indicado el médico. En caso de persistir, consultar con el o la profesional.

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