Las funciones de la vitamina K y su relación con la Covid-19

Se ha dicho que unos niveles bajos pueden empeorar los síntomas de la Covid-19. Te explicamos cuáles son las propiedades de esta vitamina y cómo te asegurarás un buen nivel

ALIMENTACIÓN Y SALUD Ana COHEN
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Son muchas las vitaminas de las que te hablamos y sus funciones en la dieta. Por ejemplo, la importancia de la vitamina C o E, como antioxidantes, o de la D para la fijación del calcio en los huesos. Pero, además, se está viendo que participa en otros procesos y que su déficit puede influir, incluso, en que te sientas más cansado. ¿Y la vitamina K? ¿La conoces? También es necesaria. Tanto que incluso se está estudiando su papel en la Covid-19. Vamos a verlo. 

¿Cuál es la función principal de la vitamina K?
Según nos explica Cristina Morillo, nutricionista de Blua de Sanitas "la vitamina K es una vitamina liposoluble que interviene en el proceso de coagulación sanguínea ya que forma parte de la síntesis de las proteínas que regulan el sangrado. También es necesaria para mantener una salud ósea óptima". Si sufrimos un déficit, la coagulación de la sangre sería más lenta, por lo que "hay riesgo de hemorragias y sangrados". Además un déficit puede aumentar el riesgo de osteoporosis y provocar huesos más quebradizos. 

Este trastorno en la coagulación es lo que ha preocupado a los autores de un estudio que ha señalado que las personas que tienen niveles de vitamina K bajos podrían tener un riesgo mayor de desarrollar síntomas más severos si sufren Covid-19, la enfermedad provocada por el coronavirus SARS-CoV-2. 

Relación del déficit de vitamina K y la Covid-19
El trabajo, llevado a cabo por investigadores de la Tufts University (Estados Unidos) y que ha sido publicado en el 'American Journal of Clinical Nutrition', indica que los niveles bajos de vitamina K, un nutriente que se encuentra en las verduras de hoja verde y los aceites vegetales, aumentan el riesgo de mortalidad en los adultos mayores. 

En el metaanálisis, que involucró a casi 4.000 estadounidenses de 54 a 76 años, un tercio de los cuales no eran blancos, se clasificaron a los participantes de acuerdo a sus niveles sanguíneos de vitamina K. Posteriormente, los expertos compararon el riesgo de enfermedad cardiaca y el riesgo de muerte en las categorías durante aproximadamente 13 años de seguimiento.

Los resultados no mostraron asociaciones significativas entre los niveles de vitamina K y las enfermedades del corazón. Sin embargo, las personas con los niveles más bajos de vitamina K tenían un 19 por ciento más de riesgo de muerte, en comparación con las personas con niveles de vitamina K que reflejaban una ingesta adecuada de vitamina K.

"La posibilidad de que la vitamina K esté relacionada con la enfermedad cardiaca y la mortalidad se basa en nuestro conocimiento sobre las proteínas en el tejido vascular que requieren vitamina K para funcionar. Estas proteínas ayudan a prevenir la acumulación de calcio en las paredes de las arterias, y sin suficiente vitamina K, son menos funcionales", han explicado los expertos del trabajo. 

 
Si bien este estudio se suma a la evidencia existente de que la vitamina K puede tener beneficios protectores para la salud, los expertos han reconocido que no pueden establecer una relación causal entre los bajos niveles de vitamina K y el riesgo de muerte porque es observacional.

En este sentido, la nutricionista de Blua de Sanitas confirma "que la Covid-19 provoca problemas de coagulación y tromboembolismo, lo que nos lleva a pensar que tener unos niveles bajos de esta vitamina en sangre puede derivar en peor pronóstico para las personas afectadas por el virus".

Cómo subir los niveles de vitamina K
Encontramos la vitamina K en dos formas diferentes: K1 (procedente de alimentos vegetales) y K2 (procedente de alimentos animales). La vitamina K1 tiene una menor absorción y, a priori, puede parecer que las personas veganas pueden tener comprometido el aporte necesario de esta vitamina, pero los estudios científicos nos indican que las personas veganas que comen vegetales de hoja verde diariamente deberían estar obteniendo una cantidad de vitamina K adecuada.

En cualquier caso, la nutricionista nos recuerda que, para evitar el déficit y los trastornos asociados, es recomendable mantener un aporte adecuado de esta vitamina, que se encuentra fundamentalmente en las hortalizas de hoja verde (como la espinaca, acelga, lechuga…), en verduras crucíferas (como las coles, brócoli, repollo…) y en carnes, pescados, huevos y vísceras.

¿Son peligrosos los suplementos de vitamina K?
Al tratarse de una vitamina liposoluble, las dosis tóxicas son menores que de otro tipo de vitaminas, por lo que no es recomendable consumir ningún tipo de complemento ni suplemento sin consultar con un médico. Un consumo elevado de esta vitamina puede acelerar la coagulación y con ello la producción de coágulos y trombos.

Lo que sí se debe tener en cuenta es que algunas vitaminas puede interferir con los medicamentos que tomamos. Por ejemplo, "el consumo de alimentos con vitamina k interfiere con la regulación de algunos fármacos anticoagulantes como el Sintrom, por lo que las personas con este tratamiento deben de mantener unos niveles estables del consumo de los alimentos ricos en esta vitamina", concluye la nutricionista Cristina Morillo de Blua de Sanitas. 

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