Nutrición: el peligro de seguir las dietas de moda en las redes sociales

Ayer se conmemoró el Día Mundial de la Acción por los Trastornos de la Conducta Alimentaria. Lo ideal es fomentar hábitos saludables desde la niñez

POR UNA VIDA MÁS SALUDABLE Julia VOSCO
Trastornos-de-la-alimentaci%C3%B3n

En el mundo de las redes sociales, existen muchos influencers que, sin darse cuenta, aconsejan dietas muy restrictivas a sus seguidores. Extienden sus recomendaciones y el público los idealiza como modelos a seguir. Pero embarcarse en una propuesta alimentaria sin consultar a un experto no es lo adecuado, porque no existe una sola fórmula de alimentación que se pueda ajustar a todos por igual.

Ofrecen magia y tratamientos sin ninguna evidencia científica o efectividad. Además, son “modelos” de imagen, pero usan mal esa posición. Porque desvirtúan el concepto de cuerpo saludable. En realidad, los malos influencers procuran cuerpos privados de alimentos y nutrientes.

“Muchos trastornos alimentarios están asociados con el gran mandato que existe en la sociedad vinculado con la delgadez en las mujeres”, argumenta a Con Bienestar María Cecilia Martinelli, licenciada en nutrición (M.N. 3.447) y miembro del Comité Científico de la Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas Dietistas (AADYND).

Según un estudio antropológico sobre cuerpos reales, en la Argentina, cerca del 89 por ciento de la población femenina está insatisfecha con alguna parte de su cuerpo. Muchos trastornos alimenticios surgen a raíz de esta insatisfacción. Entre ellos, la anorexia, bulimia o el trastorno por atracón. Este último, se caracteriza por no tener conductas compensatorias como otros trastornos en donde se vomitan los alimentos o se implementan arduas horas de ejercicio.

“La sociedad genera insatisfacción, se ataca mucho a la imagen corporal. Uno debería tener un cuerpo saludable que le permita lograr lo que desee en la vida porque la belleza no está en el número de la balanza”, explica la especialista.

La percepción de belleza que se puede observar en publicidades de televisión, revistas o en redes sociales, no es real. Esta concepción está muy atravesada por cuestiones comerciales. “Una chica insatisfecha es una mujer que consume cosas que no necesita para perseguir un ideal de belleza”, expone Martinelli.

Consejos reales
Las dietas, a veces, no funcionan. Tener un peso saludable se debería poder conseguir con una alimentación equilibrada como la de cualquier persona. “No es bueno meterse en regímenes restrictivos porque son promotores de trastornos alimentarios”, agrega.

Fomentar hábitos saludables desde la niñez. Dialogar y disfrutar de los alimentos en familia. Muchas veces, se educa con el ejemplo.

Trabajar el concepto de la autoestima: la belleza va más allá del peso y la imagen.

Impulsar prácticas deportivas. “Si uno realiza ejercicio tiene mayor conciencia de salud y de su cuerpo”, aconseja la especialista.

Evitar dietas restrictivas. "Son peligrosas y no están adaptadas a la necesidades específicas de las personas. Un plan alimentario debe ser preparado por un profesional, alguien que pueda elaborarlo para que se sostenga en el tiempo y le dé espacio para la gratificación”, concluye.

Alimentarse de forma sana y variada, ese es el objetivo. Pero no olvidando que “darse un gustito” en la medida justa es bueno y hace a la salud psicológica. La belleza no es una cuestión meramente estética, tiene que ver con un montón de valores. Quererse y aceptarse es el primer paso. Y si se desea comenzar por un cambio físico, lo ideal será siempre consultar con un médico y un especialista en nutrición.

Últimas publicaciones
Te puede interesar
Lo más visto