Si sólo pensás en masturbarte, tendrías que consultar a un médico

Por compulsión, merece una consulta. Por el contexto, puede aliviar tensiones. Pros y contras de esta actividad íntima durante la cuarentena.

NOTICIAS DE INTERÉS Julia VOSCO
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La imposibilidad de contacto con otras personas debido al aislamiento por COVID-19, sumado a las recomendaciones del Gobierno, elevaron como protagonista a la masturbación y pusieron en "cuarentena" a los encuentros sexuales casuales, aquellos con personas con las que no se convive.

El autoplacer en tiempos de coronavirus está recomendado por especialistas. Como cualquier tipo de actividad sexual, "estimula el sistema inmunitario porque libera dopamina y modula serotonina", explica la médica sexóloga Francisca Molero.

Si bien puede aumentar la masturbación en este contexto por el hecho de tener más tiempo disponible, también puede suceder todo lo contrario: perder el deseo, explica a Con Bienestar Viviana Wapñarsky (M.N. 24.433), psicóloga, sexóloga y miembro del Servicio de Sexología Clínica del Hospital de Clínicas José de San Martín.

La preocupación debería llegar ante el exceso. Y en este punto, la especialista separa, por un lado, lo que es la "compulsión a la masturbación", que es una disfunción, como una patología, y por el otro, lo que es una masturbación normal "o un tanto excesiva".

"Es una compulsión cuando interfiere en tu vida, cuando de a poco te vas dando cuenta que cada vez va tomando más de tu día a día y que, prácticamente, es en lo único en lo que estás pensando todo el tiempo", describe la sexóloga y agrega: "Hay que diagnosticarla e ir a un médico para que te trate".

La licenciada elaboró algunas consideraciones fundamentales sobre este momento de intimidad:

• La masturbación no hace daño. "No es cierto que nos podemos lastimar", indica. En caso de que eso suceda, quiere decir que se está más cerca del lado de la compulsión.

No hay una cantidad de veces a la semana o al día que sean las correctas ni las incorrectas. "Eso lo mide uno", señala.

• La masturbación en sí tampoco interfiere en las relaciones con otras personas, son situaciones paralelas, y al contrario, enriquecen a la persona.

• En época de cuarentena, en donde el aburrimiento abunda, es común que la masturbación pueda llegar a aumentar en cantidad, o por el contrario, puede irse todo el deseo, pero eso no tiene que preocupar, obvio en la medida justa.

• "Es importante recalcar que cada uno se puede masturbar como quiere y que no hay reglas de cómo se hace", explica Wapñarsky. Son gustos absolutamente personales que no van a "interferir en las formas en las que se tiene sexo con otras personas".

• La masturbación -describe la sexóloga- le da pistas y le enseña a uno mismo lo que le gusta: la forma en que se excita y qué disparan sus orgasmos. Pero a su vez, remarca que en el encuentro con otra persona eso cambia. Muchas veces, lo que lo excita a cada uno en privado durante su intimidad, no es lo mismo que lo que lo excita con otra persona.

"No tenemos que intentar repetir lo que hacemos en la intimidad en un encuentro con otra persona, no va a funcionar. Cuando estamos con una pareja, lo que estamos buscando es un proceso, un encuentro, no un orgasmo", afirma la especialista.

• La pornografía no es un aliado confiable a la hora de onanismo. "Muchas veces funciona como educadora sexual y esto es un error. Nosotros tenemos que saber que es una industria donde se muestran un montón de cosas que no son reales y que están para poder excitar o generar determinado impacto en los que lo miran", afirma la sexóloga.

"En la vida real, pasan otras cosas, a veces uno puede usar como juego, tratar de imitar acciones que ve en las películas, pero sabiendo que son juegos y que nunca van a ser reales, porque en la vida real no estamos ni editados ni producidos como esos actores", concluye.

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